Los astrólogos dicen que las estrellas se alinean para producir algo. La empresa Tesla encontró un lugar perfecto para instalar su cuarta planta de producción en Santa Catarina, ciudad de la zona metropolitana de Monterrey.
- Lo primero que encontró el gigante del futuro fue una ciudad de vocación industrial con personal capacitado, universidades de nivel mundial y un clima de alta competitividad.
- Luego tuvo el apoyo e impulso del gobernador Samuel García, el Mandatario estatal más joven del país que quiere dejar marca para algún día llegar a la Presidencia.
- Con la nueva ley de lucha contra la inflación del presidente Joe Biden, todas las empresas que produzcan en EU, México y Canadá, recibirán subsidios para sus productos eléctricos que ayudan a reducir el calentamiento global. El TLC (ahora llamado T-MEC) nos abre las puertas a la inversión donde China y Asia no tienen beneficios.
- Monterrey tiene cercanía con Austin, Texas, donde se estableció la mega fábrica de Tesla. Un ejemplo perfecto de lo que llaman “nearshoring” o acercamiento industrial. Esperemos que construyan una planta tan grande como la texana.
Con Tesla, Nuevo León atrae decenas de proveedores de la empresa automotriz más valiosa del mercado. Elon Musk comenzó su producción en una planta arrendada que tenían General Motors y Toyota en Freemont, California. Luego invirtió en Shanghái donde construyó su armadora en menos de un año. Siguieron Berlín y la cuarta se acaba de inaugurar en Austin.
Según información proporcionada al Grupo Reforma, la inversión en Santa Catarina podría llegar a los 10 mil millones de dólares. La inversión extranjera de mayor cuantía en la historia de Nuevo León y de México.
Si no hay trámites que retrasen la instalación y producción, Tesla México fabricará autos con cero emisiones antes que la refinería de Dos Bocas pueda procesar petróleo. Una curiosa metáfora del camino que debe tomar el país si queremos entrar en el Siglo XXI. La empresa petrolera mexicana Pemex (porque al fin y al cabo es una empresa), gastará la friolera de 18 mil millones de dólares en construir una fábrica del pasado que seguramente no reportará utilidades como tampoco lo hacen sus otras 6 refinerías.
El largo plazo ya no es tan largo
Cuando la competencia es feroz el largo plazo se convierte en mediano y el mediano en corto. Todos los fabricantes tradicionales están en jaque por la velocidad con la que China produce modelos eléctricos. En Europa saben que van atrás y reinvierten en investigación y desarrollo eléctrico. En Estados Unidos, Stellantis, la fabricante de Jeep y Chrysler, acaba de cerrar una fábrica de Jeep porque las ventas cayeron a la mitad. La transformarán para producir vehículos eléctricos. La transformación puede llegar a tal grado que en 2030 la mayoría de los vehículos que se vendan sean eléctricos.
Infraestructura
Una de las genialidades de Tesla fue construir puntos de carga por todas las carreteras de Estados Unidos y regalar la recarga al principio. En la nueva ley de Biden, separan recursos para instalar hasta 500 mil puntos. Incluso las gasolineras tradicionales pronto convertirán algunas de sus “islas” en fuentes de energía para competir.
La mejor noticia del arribo de Tesla a México es la garantía de que el país sigue el modelo neoliberal diseñado por Carlos Salinas de Gortari y expandido por Ernesto Zedillo. Musk difícilmente invertiría en Nuevo León si no tuviera la seguridad de que se respetará el T-MEC, el libre comercio y, al tiempo, la competitividad de nuestro país.