Nadie se atrevía a apostar por Volodímir Zelensky, ni por Ucrania ni por su ejército cuando el  tirano Putin los invadió. La soberbia del Kremlin hizo pensar al pueblo ruso que Kiev era de su propiedad, al igual que Crimea, al igual que toda Ucrania. 

Ayer, en una sorpresiva visita del líder ucranio, vimos uno de los discursos más emotivos del siglo. Enfundado en una sudadera de guerra, Zelensky hizo temblar de emoción al Congreso norteamericano y a todos quienes vimos y escuchamos su discurso. Hizo recordar las palabras de Winston Churchill cuando muchos le pedían una rendición negociada con la Alemania de Adolfo Hitler. 

Zelensky venía directo del frente de batalla y unas horas antes de una charla con el presidente Joe Biden. La visita puede cambiar el rumbo de la historia como lo hizo el discurso de Churchill en 1940, como lo hizo el de Franklin D. Roosevelt en 1941 cuando Japón bombardeó Pearl Harbor. 

Solo con la muestra de una determinación inquebrantable de su líder pudieron los ingleses resistir los bombardeos criminales de Hitler sobre Londres; solo con la fuerza del liderazgo de Zelensky, los ucranios estarán convencidos de que la única alternativa es la victoria. “Su dinero no es caridad. Y gracias por el dinero que estáis por aprobar, porque su dinero es para la democracia y la seguridad global”, dijo Zelensky.. 

El mensaje fue claro para los “dos partidos, para las dos cámaras”, están invirtiendo en el futuro de las nuevas generaciones, para que ningún tirano vuelva atacar a un país libre. Agregó que no pedían soldados norteamericanos para que los defendieran, que ellos podían hacerlo pero que necesitaban aviones, tanques y municiones para enfrentar a Rusia. “Nuestros soldados sabrán manejarlos”. 

Ante el aislacionismo de algunos representantes republicanos que no quieren dar más dinero y armas a Ucrania, el discurso de Zelensky debió pegar profundo en el público norteamericano, en los ciudadanos que ven una amenaza real de Rusia e Irán en un conflicto que podría ser nuclear si no se detiene a tiempo. 

Para llegar a la mayor profundidad del corazón de su público, explicó que en dos días celebrarían la Navidad con velas, porque los rusos los habían dejado sin electricidad, sin agua por los bombardeos criminales a la infraestructura eléctrica. Al final del discurso ofreció a Nancy Pelosi, la líder del Congreso y a Kamala Harris, la vicepresidenta, una bandera firmada por los “héroes” que luchaban en el frente de batalla no solo por la libertad de Ucrania sino por la de Europa, Estados Unidos y el mundo libre.

Joe Biden, habría prometido armas Patriot antimisiles, además de 1800 millones de dólares en armas y apoyo a Zelensky, algo que enfureció a Vladimir Putin, a quien por cierto en una parte de su discurso el presidente ucranio dijo que pondrían (Put in) a los criminales donde merecían estar. El único momento en que se refirió al tirano indirectamente. 

Los aplausos no cesaron desde el inicio del discurso por lo que representa la resistencia y la defensa que ha tenido Ucrania y su líder frente a lo que se pensaba era el segundo ejército más poderoso del mundo. Porque la determinación de Joe Biden y los congresistas no puede ser menor que la del pueblo ucranio y de Zelensky. 

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