El limón es una fruta cítrica cuyos múltiples beneficios van desde el cuidado del cabello hasta ingrediente en mascarillas faciales.
Es por ello que su uso es común tanto en la cocina tradicional como en usos alternativos.
En cuanto al organismo, este fruto también puede resultar como un elemento favorable para su adecuado funcionamiento; no obstante, hay varios puntos a tener en cuenta.
Cabe resaltar que entre las propiedades que tiene el limón está su alto contenido en vitamina C. Su consumo ayuda en el fortalecimiento del sistema inmunitario, más cuando se atraviesa por una temporada invernal, lapso en el cual algunas personas son más propensas a adquirir virus.
Este también tiene antioxidantes que son sustancias que ayudan a retrasar o evitar ciertas afecciones en las células. Muchos de estos se pueden aprovechar al consumir una variedad de frutas y verduras que el cuerpo terminará por agradecer.
Aunque la lista de bondades de esta fruta puede extenderse y en ella se puede ahondar según casos particulares, también es importante tener en cuenta que (como muchas cosas) todo exceso es malo. Para evitar que su ingesta resulte contraproducente no está de más evaluar algunos aspectos, de modo que se ‘exploten’ sus bondades, pero con mesura.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta regular de limón.