Si no hay rebelión en el PAN, durante los siguientes siete años tendremos el nombre de Libia García en todas partes. Primero dando asistencia social, luego como candidata y después como la primera gobernadora en nuestra historia. El primer panista del estado la pone en la antesala de la Presa de la Olla, como se decía antes aunque ya no se despache desde Palacio de Gobierno.
Si los otros aspirantes del Partido Acción Nacional no logran cambiar el método de selección de candidata o candidato, la probabilidad de que Libia Denisse García Muñoz Ledo sea la próxima gobernadora del estado es por lo menos del 66%, a ojo de buen cubero.
La ruta es conocida: Juan Manuel Oliva envía a Miguel Márquez a Desarrollo Social para darlo a conocer. Márquez nombra a Diego Sinhue Rodríguez y ahora Diego hace un “enroque”. Había puesto a Jesús Oviedo, ex líder en el Congreso, para “calar” su popularidad, pero Chucho pasó desapercibido.
Además, Oviedo no tiene posibilidad porque en el PAN van a decidir por una mujer. Quedaban Libia García, Alejandra Gutiérrez, alcaldesa de León, Lorena Alfaro, alcaldesa de Irapuato y Ale “Wera” Reynoso, senadora. Los aspirantes hombres, Luis Ernesto Ayala, líder del Congreso y Erandi Bermúdez, senador, no tienen la determinación de cambiar el estado de cosas.
Libia tendrá primero 10 meses para convencer a los electores que ella puede con el paquete. Luego otros cuatro para ganar la contienda a Ricardo Sheffield o a otra candidata o candidato de Morena.
Para Morena hay una lejana oportunidad si logra convencer a la población de que ellos pueden detener la ola de sangre y violencia en que vive Guanajuato. Con el enorme reparto de beneficios sociales, con esa cartera abierta de por lo menos 10 mil millones de pesos y una campaña acertada, puede emparejar y ganar.
Hay dos ciudades que pueden cambiar de color por la paz perdida: Celaya e Irapuato. León, por su tamaño y su filiación panista, gana a cualquier candidato de Morena. Algunos expertos opinan que a Ricardo Sheffield no le conviene regresar como candidato porque sería muy dolorosa una tercera derrota. Pierde con Diego la gubernatura, pierde con su ex subalterna, Alejandra Reynoso, la presidencia de León. Sería más fácil para Ricardo una candidatura pluri al Senado.
Morena tendría que sacar de la chistera un candidato ciudadano de buena reputación para dar la pelea. Aunque el PAN es más vulnerable por la inseguridad y los “apoyos” populares del Gobierno federal, la reserva azul en Guanajuato cuenta con las pasiones encendidas de la clase media en contra del presidente.
Ese 66% de posibilidades – calculadas sin fundamento científico y sólo al tanteo- también pueden cambiar si Libia no establece un proyecto claro de gobierno, donde su prioridad sea un cambio de verdad, dar el “golpe de timón” que nunca fue, porque no cambiaron a los timoneles ni a los marineros.
Tampoco podemos descartar una probable presión democrática dentro de Acción Nacional aunque Marko Cortés, el líder azul, no va a confrontarse con el gobernador Diego Sinhue, no obstante que su corazón está con Alejandra Gutiérrez. Casi seguro que Marko dejará que las cosas “pasen” sin siquiera meter la mano.
Guanajuato será clave para la elección presidencial. Si tuviéramos la sorpresa de un gran candidato de oposición, los votos anti Morena, pudieran quitar de la boca la presidencia a Claudia Sheinbaum. Falta menos de lo imaginado. La elección del 2024 comenzó en lo federal y estatal. Hay que hacer encuestas. Llega el momento.