Ya sea como botana o como un platillo a la hora de comer, las alitas de pollo se han convertido en uno de los favoritos de muchas personas gracias a que son fáciles de preparar, tienen buen sabor e incluso resultan económicas.
Sin embargo, consumirlas en exceso puede significar poner en riesgo la salud e incluso ocasionar una severa intoxicación.
Es importante mencionar que su contenido nutrimental incluye proteínas, vitaminas y minerales, pero es muy común que al prepararlas, la carne no se cocine de manera correcta debido a la gran cantidad de condimentos que lleva.
Si el pollo no se cocina de manera adecuada, el colesterol, los carcinógenos, patógenos y las bacterias que se encuentran en su carne pueden ocasionarte enfermedades cardiacas, cáncer, infecciones urinarias u otro tipo de complicaciones. También podría estar contaminado con salmonela u otra bacteria.
Según estudios, la parte más saludable del pollo en términos de grasa, proteína y niveles de colesterol, es la pechuga. En cambio, las alas son una parte considerada menudencias con una alta concentración de calorías, hasta que el platillo se volvió popular.
Por ello, se recomienda consumir de manera moderada este aperitivo o bien, probar con opciones horneadas o menos saturadas de grasa y salsas condimentadas.