“La tragedia de los jóvenes de Lagos de Moreno carece de adjetivos. Lo deja a uno sin fuerzas, vacío por su nivel de horror, de barbarie e inhumanidad. ¿Quiénes son estas personas?¿Hasta dónde seguiremos cayendo en el pozo atroz de la oscuridad?
Héctor de Mauleón

Si la semana pasada vivimos en el corazón de las tinieblas con el homicidio de la joven Milagros Monserrat en León, ahora la realidad nos lleva a una lugar aún más profundo que compite en degradación e inhumanidad. 

Lo que sucedió en Lagos de Moreno con cinco jóvenes asesinados en la peor de las peores condiciones humanas, nos lleva a reflexionar de nuevo: ¿qué se necesita para llegar al fondo, a la peor vileza de hacer que un joven mate a su amigo bajo amenaza de que, si no lo hace, él mismo perecerá?

Hay temas incomprensibles que hunden nuestras almas y nos hacen preguntar: ¿qué nos sucedió, por qué hemos caído tan profundo? Tenemos que recurrir a la historia de Guanajuato y a los temas imperecederos de la literatura universal para encontrar al menos dónde asirse. 

En Guanajuato surgió el tema hace más de medio siglo con las “Poquianchis”, perversas tratantes de mujeres que las prostituían y esclavizaban, mientras las condenaban a que se mataran unas a otras para sobrevivir como gladiadoras de un circo romano, todo porque ya no “tenían que dar” cuando el tiempo y la vida las ajaba.

En “El Señor de las Moscas”, William Golding, imagina un mundo donde unos chicos náufragos tienen que autogobernarse en una isla. La naturaleza humana aflora virtudes y defectos, vicios e instintos criminales en los jovencitos que pierden su civilización donde no hay leyes ni límites. Algo que comienza a suceder en regiones de todo el País, donde tampoco hay leyes ni límites.

Otra novela de gran calado es el “Viaje al corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad. La historia es la de Charles Marlow, un transportista de marfil en el río Congo en África Central. En ese gran río, Marlow va en busca de Kurtz, un comerciante de marfil y encuentra a su paso la desolación del colonialismo, “la crueldad, la manipulación, el egoísmo extremo, la envidia y el odio…”, según un sumario de OPEN.AI sobre la obra. 

“Apocalipsis ahora” (Apocalypse Now), llamó a su película Francis Ford Coppola, una recreación del infierno que era la guerra de Vietnam. Coppola recurrió a la novela de Conrad para meter a Marlond Brando en el infierno del río Mekong en Vietnam. La cinta trata de mostrar la infamia que cometiera el pueblo norteamericano sobre los vietnamitas.

El drama converge al final de un sexenio de falacias, donde el gobierno desatendió su deber de proporcionar seguridad y justicia a los ciudadanos. La burla de ayer en Palacio al final de la mañanera marcará un antes y un después de ese show cuando el presidente hace mofa de los periodistas que preguntan sobre el tema. Esperemos que López Obrador efectivamente no haya escuchado la pregunta, porque si lo hizo, lo colocará como personaje importante en la historia de la infamia. 

Xóchitl Gálvez, quien siente y entiende la tragedia, marca a ayer como una fecha de duelo nacional con un recuadro negro que dice Lagos de Moreno. Cancela toda actividad pública y en redes, solo para cumplir con el compromiso del foro agendado por el Frente Amplio. 

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