¿Por qué el presidente López Obrador tiene a su hijo estudiando en Londres, el país del liberalismo de Adam Smith y John Stuart Mill? ¿Por qué no lo envió a Cuba o Venezuela para que lo apartaran del malvado neoliberalismo? Es sencillo: sabe que la mejor educación está en las democracias avanzadas, en los países donde mandan los mercados. 

Las mejores escuelas en el Reino Unido son las privadas. Eton, Cardiff Sixth Form College, King’s College School, Guildford High School o Westminster School. Debe haber muchas más. Jefes de estado, magnates de los países árabes y la India envían a sus hijos a estudiar a esas instituciones por dos razones: la calidad académica y el roce social con los de su clase.

Si la pareja López Obrador- Gutiérrez Müller decidió que la mejor educación para su hijo está en ese ámbito cultural y no en las preparatorias públicas del país, es porque no quieren exponerlo al vulgo local o no confían en los resultados como lo muestra la prueba PISA. 

Si el presidente afirma que la prueba PISA pertenece al pasado neoliberal, se muerde la lengua porque lo que dice no es lo que hace. Además exhibe una ignorancia que no tiene, porque finge. Nadie puede creer que el Jefe de Estado de un país como México no comprenda la importancia de las evaluaciones educativas en un mundo competitivo. 

Si bien López Obrador fue un mal estudiante, su largo recorrido político le enseñó cómo funciona el país. Tuvo que ver presupuestos, leyes, políticas públicas y también participó con empresarios en proyectos. Decir que las pruebas de PISA son neoliberales es una aberración tan grande como decir que enseñar matemáticas, comprensión de lectura y ciencias solo sirve para el engrosamiento del mundo capitalista.

México salió muy mal (lugar 51 de 81 países) en una prueba que está enfocada al uso de las matemáticas como herramienta de la vida cotidiana, que mide la comprensión de la lectura y examina el grado de los primeros conocimientos científicos de un estudiante de secundaria. Nada de eso tiene que ver con alguna ideología. Si lees a Marx y no lo comprendes no eres un mal comunista; si lees la Biblia y no la entiendes, no eres un mal cristiano, simplemente eres un mal lector. 

Lo mismo, si el joven no sabe qué es un kilo y cuántos gramos tiene, o el punto de ebullición del agua, carece del mínimo conocimiento científico. El agua no hierve a distintas temperaturas ni los kilómetros son diferentes para los de la 4T que para los conservadores. 

El presidente pretende que sus mañaneras sean un modelo pedagógico para la población, al menos eso es lo que demuestra con todas sus peroratas y divagaciones. Es un mal maestro. En la prueba de PISA participaron 81 países. Si lo hicieron es porque quieren saber dónde están ubicados en comparación con los demás. Así como hay competencias de matemáticas por todo el mundo, la prueba de PISA da luz a los gobiernos para saber donde mejoran y donde empeoran. La cantidad de cruces que se pueden hacer con la información en decenas de tablas que muestran diferencias sociales en la educación, fortalezas y debilidades en los métodos de enseñanza y mil cosas más, son de un valor incalculable. Si no fuera así, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) no tendría la fuerza para convocar a tantas naciones. 

 

**Si no sabes votar, menos entenderás que Pisa no es una torre o un pan horneado con queso y jitomate**

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