Vemos una fotografía de Xóchitl Gálvez donde escucha a la representante de las madres buscadoras de Sonora, Ceci Flores. El gesto de la candidata es de sincera condolencia. Escucha y extiende el brazo derecho que indica acompañamiento. Los temas de la violencia y la inseguridad toman la delantera en las campañas. Sobre todo cuando en Palacio ni ven ni oyen, como dijera Carlos Salinas de Gortari.
¿Por qué el presidente no tuvo la humanidad para bajarse de su pedestal, salir de su palacio y abrazar a las mexicanas que viven el infierno de la desaparición de un hijo?
No lo comprendemos. Nadie, ni siquiera Claudia Sheinbaum puede dar una explicación porque simplemente no existe.
López Obrador dice que no va a visitar a la gente de Acapulco porque lo pueden insultar y entonces su investidura presidencial se vería dañada. No lo creemos. Quien fuera el campeón de la plaza, de los mítines, de los abrazos a hombres, mujeres y niños, parece estar en fuga. La mañanera le permite tener comunicación en un solo sentido, de él hacia los demás. Cuando alguien usa la palabra para presentar realidades que no quiere ver, se molesta y dice: “no, no, no”.
No se necesita tener un ejército de asesores políticos para comprender que el tema de nuestro tiempo es la violencia, la falta de estado de derecho y, sobre todo, la impunidad. Así que el Frente toma la delantera ante el tema que es un caldero encendido en muchos estados del país. Guanajuato no es la excepción. Vive los peores años de su historia en homicidios dolosos y en extorsiones.
Aunque muchos panistas en el estado dicen que la Federación es parcial y no ayuda a nuestro estado, la verdad es que Michoacán, Guerrero y Zacatecas, gobernados por morenistas, están peor.
Tenemos la sospecha de que el gobierno sabe quiénes son los miembros del crimen organizado, dónde están y cómo operan. Información militar obtenida en los “Guacamaya Leaks” indica que el Ejército tenía claro lo que pasaba en Texcaltitlán, Estado de México mucho antes que el pueblo se levantara en contra de sus verdugos.
En el reciente secuestro de 31 migrantes centroamericanos en Tamaulipas, la presión era muy grande para encontrarlos. Casi al unísono, quienes comentan la noticia de su liberación, en redes preguntaron: ¿dónde quedaron los secuestradores? Si no los detienen pronto, seguirá la duda de quiénes mandan en la frontera, si los polleros con su enorme negocio de tráfico de personas y extorsión, o las autoridades federales y locales.
Las campañas sirven de presión a los políticos aspirantes a puestos de elección para que sus partidos y gobiernos aprieten el paso en la seguridad pública. A Libia Dennise García le pregunté por qué no aceleran los cambios que ella promete. Diego Sinhue Rodríguez prometió en su campaña dar un “golpe de timón” para frenar la violencia. Detuvo a líderes de cárteles locales pero no fue suficiente para que el timón cambiara mucho el rumbo. Aún tiene 9 meses para dar el último gran empujón, golpe de timón o como se quiera decir, para traer paz a Guanajuato.
También tenemos que preguntar a Xóchitl y a Claudia qué proyectos concretos tienen para que el país vuelva a la paz, para que Guanajuato cambie de rumbo.
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