El presidente dijo ayer en la mañanera que al terminar el sexenio México tendrá el mejor sistema de salud del mundo. Después de un duro desencuentro con el periodista José Antonio Morales del grupo radiofónico Acir, López Obrador afirma que en la “megafarmacia” hay todos los medicamentos. El reportero puso una grabación donde a un paciente le responden que no había Adepsique, un medicamento psiquiátrico controlado.
Comentó el representante de la cadena de radio Acir que no era sólo un caso sino que muchos reporteros tenían muchos más. El presidente, molesto, respondió a la persona y no al tema. Incriminó públicamente a la cadena Acir, a Radiofórmula, a Grupo Imagen, a W Radio, de estar en campaña porque no les compraban publicidad como en anteriores sexenios donde se daban a los medios hasta 10 mil millones de pesos. Siguió con acusaciones de que recibían, además de publicidad, contratos de hospitales, obra pública y canonjías por ser medios.
La pregunta sobre la megafarmacia puede ser anecdótica como lo son muchas, lo grave es que López Obrador afirma que al final del sexenio dejará el mejor sistema de salud del mundo. Una mentira más grande que el tamaño del globo terráqueo. El pueblo sabe que no es así, que durante todo el tiempo el Presidente hizo promesas absurdas sobre la salud pública, uno de los rubros más descuidados.
Para tener “el mejor sistema de salud del mundo”, el país tendría que invertir cuando menos el doble de lo que gasta hoy. Datos del Banco Mundial indican que México gastó o invirtió en 2020 el 6.24% del PIB en salud. Un año extraordinario por la pandemia. Si traducimos esa cantidad en pesos por habitante, resulta que son 12 mil 634 pesos por cada mexicano.
Dinamarca, el país en el que sueña López Obrador pero que ni siquiera conoce, invierte 10.85% de su PIB en salud, pero tiene un producto interno de 400 mil millones de dólares para sólo 5.9 millones daneses. El resultado es que cada danés cuenta con el equivalente de 130 mil pesos anuales para salud, equivalente a más de 10 veces lo que se invierte en cada mexicano. ¿Cómo demonios podríamos alcanzarlos en 8 meses?
Pero no sólo es un asunto de dinero. En Dinamarca sólo el 0.2% vive en pobreza. En México hay 30 millones de personas que no tienen acceso a los servicios de salud. Malnutrición, enfermedades tropicales, diabetes y otros problemas de morbilidad son superiores porque no hay prevención y eso hace que los escasos recursos hagan imposible siquiera tener la salud pública de países como Brasil o incluso Argentina que está en quiebra.
¿Por qué entonces miente el presidente con tanta impunidad?¿No es un gran acto de corrupción mentir a ese nivel? La única respuesta es que lo hace por mitomanía -se cree sus mentiras- o porque piensa que nos puede engañar sin que haya alguien que lo contradiga. No hay más.
Llega el tiempo en que los dueños de Acir, Radio Fórmula, Imagen, Radiópolis (dueña de W Radio) y otros medios críticos den la cara ante las acusaciones de corrupción que hace el mandatario. Ellos vendieron un servicio como hoy lo vende el periódico La Jornada, el medio favorito de López Obrador a quien el gobierno le habría comprado más de mil millones de pesos en lo que va del sexenio. Un periódico que ni con mucho tiene la décima parte de lectores y audiencia que cualquiera de los medios atacados desde el poder.
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