El domingo Xóchit Gálvez tuvo una ocurrencia propia de quienes, desde la calle, inventan soluciones a problemas aparentes. Mientras el escándalo de los números telefónicos publicados por el presidente López Obrador crecía, mientras su hijo José Ramón se quejaba de que habían publicado su número -igual que el de Claudia Sheinbaum– Xóchitl Gálvez lo convirtió en un éxito.

Su número, el 55 2899 1235, también fue expuesto por sus adversarios quienes de inmediato comenzaron con amenazas e insultos, sin embargo también llegaron mensajes de aliento por Whatsapp. En ese momento la chispa de ingenio callejero que lleva desde que salió a luchar por el mundo, le dijo que era una gran oportunidad.

Con frescura se acercó a la cámara y dijo que la criticaban por sus kilos de más y sus dientes chuecos. Dijo que “no se preocupen, eso se quita, lo que no se quita es el cariño de los cientos de mensajes de apoyo, ánimo y solidaridad que me han llegado y esos ahí se quedan”.

El domingo su mensaje en X llevaba más de 800 mil vistas, pero ayer habían subido a un millón 900 mil. Xóchitl forja una campaña extraordinaria a partir de lo que aparentaba ser el inconveniente de recibir insultos, amenazas y agresiones. En su “Mañaneta” o Conferencia de la Verdad, mostró llamadas de solidaridad y también de insultos muy bajos a los que respondió con “un beso”. Nunca tuvo el menor gesto de ser víctima o de sentir la ofensa.

Es cierto que Xóchitl lucha contra el oficialismo que construye una elección de Estado con López Obrador al frente. De hecho Claudia Sheinbaum, sabedora de que lleva alguna ventaja, flota en una campaña que es una repetición de lo que el jefe dice. No ofrece entrevistas -para no regarla- no proyecta un liderazgo natural ni se complica la vida. Está confiada. No debería estarlo. En tres meses México puede cambiar mucho.

Si los candidatos del Frente imitaran a Xóchitl, publicando su número telefónico, tendrán puntos inmediatos a favor de su campaña. Además sería bueno ofrecer acceso a quienes quieren representarnos en las gubernaturas, alcaldías y legislaturas federales y locales. Sabemos que el 55 2899 1235 solo será utilizado para recibir mensajes por Whatsapp, Telegram o alguna otra plataforma, lo mismo sucedería si todos los candidatos dedican una línea directa. Desde el oficialismo no lo harán porque sería copiar esa chispa de ingenio.

El presidente recomendó a la periodista del The New York Times que cambiara su número, después de haberlo hecho público, violando la ley. Seguro lo hizo y también José Ramón y la candidata Claudia Sheinbaum. Xóchitl lo conservó con gran tino.

A tres días de que comiencen las campañas formalmente, la intensidad de la contienda nos llevará por caminos desconocidos e inéditos. Los medios y las redes sociales estarán en mayor ebullición y los equipos de campaña desplegarán todo su talento. Hace 24 años, cuando Vicente Fox luchaba por “sacar al PRI de Los Pinos”, pocos daban posibilidades de que pudiera ganar. Las encuestas estaban 20 puntos a favor de Francisco Labastida pero Fox no se rindió. Tuvo chispas de ingenio que le ayudaron a dar la vuelta como el “Hoy, hoy, hoy”, sus tepocatas y víboras prietas; su “Lavestida”, ingenio y  carisma le ayudaron para triunfar. Serán tres meses volcánicos.

**El voto nos reafirma como ciudadanos**

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