La morenista Jesusa Rodríguez, senadora de la República habló en San Miguel de Allende para denostar uno de los mejores destinos turísticos de México. La señora, conocida por sus dislates, diatribas, teatritos y fumadas de yerba, dijo que San Miguel era un destino de Mickey, un lugar con “apartheid”, donde a los jóvenes locales se les excluye de la plaza pública.
Calificó al turismo como “de pacotilla”, tal vez por la cantidad de extranjeros que pueblan una de las ciudades más bellas de México. La activista de Morena vive en un mundo alterno donde no entiende el valor de la inversión ni los beneficios económicos que dan al pueblo más próspero de nuestra entidad.
San Miguel es el destino más caro, donde las tarifas de hoteles y casas de renta son las más altas del centro del país. Sólo las playas como Puerto Vallarta o Cancún encuentran a turistas dispuestos a pagar altas tarifas de hotel en dólares y múltiples restaurantes de alto rango. Un ejemplo de su potencia económica está en el mejor supermercado, CityMarket, que tiene la oferta más variada para el turismo extranjero y los locales jubilados que vienen de todo el país.
Ni siquiera León tiene la potencia para albergar ese mercado que puede competir con los más exclusivos del mundo. Eso ofende a los populistas que desprecian el influjo favorable de dinero del gran turismo. Para los sanmiguelenses significa crecimiento, mejores empleos y oportunidades de negocio que no hay en otras urbes guanajuatenses.
Sin embargo la locuaz morenista sembró una idea fantástica para el futuro. Al contrario de lo que piensa, traer un parque temático a San Miguel sería un éxito que redondeará al destino turístico. Tan sólo imaginar que esa hermosa ciudad colonial pudiera albergar en algún lugar de su municipio un parque de Disney, de Six Flags o de Universal Studios cambiaría el destino, no sólo de la ciudad, sino de Guanajuato. Soñar no cuesta.
Si nuestras autoridades plantean esa oportunidad y le suman un nuevo aeropuerto, la belleza y el encanto de San Miguel no sólo atraería a maduros jubilados, también sería un destino familiar increíble. El “apartheid” que menciona Jesusa no es único de San Miguel. Todos los lugares turísticos del mundo son mercados diferenciados, incluso en lugares como Puerto Vallarta, Cancún o Acapulco. Punta Mita en Bahía de Banderas en Nayarit es un destino exclusivo para turistas de grandes ingresos, lo mismo que Los Cabos en Baja California Sur o Tulum, Quintana Roo, donde el gobierno federal acaba de invertir en un nuevo aeropuerto.
Cierto que debemos crear destinos turísticos populares, en el caso de Guanajuato, la capital es mucho más barata que San Miguel de Allende. Quien decide el precio son los clientes y las condiciones del lugar. ¿Por qué en Guanajuato una habitación cuesta la mitad de lo que en San Miguel? ¿Por qué en León hoteles de alta gama cobran un tercio de lo que cobran en San Miguel?
Según el argumento de Jesusa, debería de ser porque no tienen a Mickey Mouse, es decir a los adinerados norteamericanos que aman vivir en San Miguel. La ignorancia económica de la senadora refleja mucho el populismo que emana de la 4T, al menos de dientes para afuera, porque el país cada día se integra más al bloque neoliberal de América del Norte. Los números lo dicen. Así que bienvenido sea el Ratón Miguelito.
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