Para Samuel García, el gobernador fosfórico de Nuevo León, vienen tiempos de entregar cuentas. El periódico El Norte de Monterrey documentó la triangulación de 200 millones de pesos hacia la empresa legal de su familia.
Su gobierno pagó casi mil millones a empresas proveedoras del estado que luego pagaron 200 millones al despacho de su papá. Presuntamente fue un desvío “triangulado”.
En Nuevo León hay una corriente de opinión que señala al mandatario como un “facturero” de altos vuelos antes de llegar a la gubernatura.
La ventaja para la ciudadanía es la verdadera división de poderes en Nuevo León. Mientras el ejecutivo lo tiene Movimiento Ciudadano, el legislativo está en manos de los opositores PAN y PRI. Samuel nunca pudo construir un acuerdo con ellos. A partir de su fallido intento de ser candidato presidencial (algo que prometió nunca ser durante su mandato) se le descompuso la popularidad.
Cuando supo que no podría imponer a su interino, optó por renunciar a la candidatura en la que había logrado mucho en un par de semanas. ¿Por qué abandonar la posibilidad de ser presidente? Expertos comentan que no le convenía dejar las cuentas y los cajones de su administración en manos ajenas.
El Norte, cuyo prestigio es legendario, olfateó el intento de encubrir cuentas. Hizo un seguimiento del dinero y llegó a los 200 millones extrañamente pagados a Samuel & Family.
Su esposa, la carismática Mariana Rodríguez, va por la presidencia de Monterrey con muchas posibilidades a su favor. Si llega sería un raro caso en el que el gobernador del estado más próspero del país es esposo de la alcaldesa de la ciudad capital.
Por los años de conocer la política editorial de El Norte, sabemos que no dejará el tema al olvido. Pocos medios son tan tenaces en perseguir noticias de corrupción. Seguro contará con la ayuda de la oposición en el Congreso del estado, donde tienen que llegar todas las cuentas y los gastos del erario.
Para el partido Movimiento Ciudadano es un golpe seco a la campaña presidencial. El “compadre de copas”, Jorge Álvarez Máynez y su coach Dante Delgado tendrán que enfrentar una posible debacle de Samuel.
Las explicaciones que ayer dio el gobernador no son suficientes. Dijo que los pagos fueron en otra época, dijo que es un ataque de la “vieja política” (personas sin rostro) y bla bla bla..
¿Puede caer Samuel?
Todo dependerá de la habilidad de los diputados de oposición y la postura de Morena y del propio presidente López Obrador, de quienes Samuel ha sido leal colaborador. Si quieren distraer la atención de los propios fierros que tienen en la lumbre, que mejor oportunidad de mandar al joven abogado a los leones del circo político. Defenderlo sería un error.
El Norte buscará hilvanar todos los hilos hasta que no quede la menor duda de la triangulación de recursos. El primer torpedo pegó seco por las respuestas limitadas, incompletas y poco creíbles de Samuel. El gobernador fosfórico perdió credibilidad cuando prometió y juró que jamás iría por la candidatura presidencial como lo había hecho su antecesor “El Bronco” Rodríguez. Aún le quedan tres años, y si llega Xóchitl Gálvez, un camino empedrado para terminar.
A Samuel le faltó madurez para gobernar. Tuvo enjundia para resolver problemas, hacer infraestructura y atraer a Tesla, sin duda un gran logro. Lo que no tuvo es la prudencia para negociar con los opositores que forman mayoría en el Congreso.
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