Celaya, Guanajuato.- Existe una preocupación no solamente local de lo que está sucediendo, sino que ha trascendido a otros niveles y hay un interés muy grande por medios internacionales que buscan información de los temas relevantes en el mundo; en este caso la inseguridad y hechos de violencia que se viven en Celaya, así lo dio a conocer Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, obispo de la Diócesis de Celaya, esto después de que fue entrevistado por corresponsales de The New York Times.
Nos habla del posicionamiento en el que se encuentra la problemática de Celaya (…) que sea un obispo quien de la entrevista, no tiene más relevancia, más la que ellos hacen, que es estar investigando, sus investigaciones tienen que ver con el presidente, el obispo, gente que tiene un oficio muy importante en la ciudad o el país; el hecho de que me hayan hecho la entrevista creo que el valor y trascendencia que tiene, es sencillamente que se conozca desde los hechos que están sucediendo desde la visión local lo que ellos también necesitan transmitir y dar a conocer”, declaró el Obispo.
Dijo que no se puede tapar el sol con un dedo, y que Celaya está en el ojo del huracán y no se puede cerrar la comunicación a fuentes externas, pues les preocupa la situación y esto ha trascendido a otros niveles.
Que no se pierdan los valores patrios
Respecto a que ya se confirmó que se hará el Grito de Independencia y el desfile este 15 y 16 de septiembre, el Obispo comentó que está bien, ya que no se deben perder los valores patrios, sobre todo en los jóvenes y que para estos eventos se debe reforzar la seguridad.
Con la debida prudencia sí deben realizarse tanto el grito como el desfile y todos los elementos necesarios para no ir perdiendo nuestro espíritu patriótico, nuestra pertenencia, creo que cuando se han hecho una serie de modificaciones, sobre todo los jóvenes han perdido el sentido de la patria, de los héroes de la patria, el himno nacional, el día de la bandera, y todos estos elementos nos dan identidad”, refirió.
Es importante ser patrióticos, saber defender la patria, conocer elementos como el grito, el desfile, hacen que los niños, jóvenes y adultos tengamos ese sentido patriótico, no solo es sacar la bandera y pegarla en los coches, sino que ese grito de independencia, de libertad, valga la pena, y no solo en los soldados, sino en cada uno”, expuso Aguilar Ledesma.
Y ante la problemática de inseguridad señaló que el festejo se puede hacer con prudencia, ya que hay formas y maneras, que no se supriman las cosas sino que hay que modificarlas y adaptarlas.
Refirió que el grito se puede dar, esté presente o no el alcalde, si participa está bien, y si no, también y el grito lo puede dar ya sea el Secretario del Ayuntamiento o los síndicos.
Lo importante no es tanto que sea el presidente, sino que se haga la ceremonia y la gente festeje el día de la patria, comprometerse con la patria y si él no se siente en las condiciones, hay personas que pueden delegar”, resaltó.
Se mantienen con fe en Santa Rosa de Lima
En días pasados, el Obispo visitó la comunidad Santa Rosa de Lima y declaró que son personas con fe, con enjundia y alegría.
Santa Rosa de Lima es una comunidad que amén de lo que se dice mucho por fuera y de lo que ha pasado y ha sucedido, la comunidad en general, las personas me recibieron con mucha alegría, con mucho gusto, hace muchos años que no iba un obispo ahí, me recibieron los ejidatarios que cumplían 85 años de que se creo el ejido de Santa Rosa, me recibieron las autoridades, había también mucha seguridad, fue una fiesta para el pueblo; niños, jóvenes, señores, señoras, música, es un gran amor y fervor que le tienen a Santa Rosa, que yo quede impresionado de la devoción que le tienen a su patrona”, comentó Aguilar Ledesma.
Externó que a pesar de estar muy dolida, es una comunidad muy ferviente, que mantienen su fe viva, siendo muy devotos.
Dijo que su mensaje fue especialmente para los jóvenes, ya que es una preocupación de los habitantes del lugar, por lo que buscan mantenerlos por el buen camino, que sepan que hay más maneras de vivir y poco a poco recobrar su libertad.
Son gente muy trabajadora, hay muchas mujeres que trabajan en el campo, se ven con alegría, pero también, el otro rostro, ves a muchas familias con tristeza porque en los años pasados sufrieron violencia, pérdida de seres queridos, situaciones de desaparecidos, gente que va a llevar tiempo en sanar por tanto dolor que les tocó vivir en momentos difíciles, muchos de ellos recurren a la oración, van a sus rosarios, buscan encontrar en la vida de oración y litúrgica un bálsamo y consuelo a lo que han vivido”, refirió.
Dijo que la misión es ayudarlos a que hagan comunidad para que poco a poco vayan sanando, siendo el mensaje de que la Diócesis y el obispo están cerca de ellos, que no están solos, llevando una palabra de esperanza y fe para cada uno de ellos.
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