El celayense Norberto Rodríguez, quien desde hace 6 años visita a la Virgen de San Juan, expresó que primero fue por la experiencia, y tras pasar los años, la fe y la devoción lo hace estar presente, pues prometió ir cada año.
Ya son seis años que empecé a ir a San Juan, mi primera travesía fue en 2017, unos amigos peregrinos de años me invitaron, dije vamos y fue mi primera vez hacia San Juan; lo hice por la experiencia de pedalear y todo esto que representa, hoy sigo porque prometí ser más cercano y estar ahí hasta que yo pudiera”, detalló el peregrino.
Comentó que es católico, sin embargo su peregrinar no fue por realizar una manda o promesa, sino que buscó la experiencia y fue algo que lo enamoró. Después de seis años no ha fallado, sólo por la pandemia, pero hoy pudo ir y lo hizo con gusto.
Norberto confesó que después de su primera experiencia, la fe lo motivó para seguir y ver a cada persona estar con la misma fe, y participa para que año con año se siga realizando esta peregrinación.
La primera experiencia lo hice por vivirlo, una vez estando en San Juan prometí y comencé a hacerme más devoto; prometí que iba a seguir yendo hasta que me diera licencia, hasta llegar a viejo y de ahí no le he aflojado”, dijo.
Una devoción muy grande
Norberto narró cómo es un viaje rumbo a San Juan de los Lagos, en donde salen un grupo de 10 personas en bicicleta y al final son alrededor de 500 los peregrinos que se unen en diferentes medios.
Otra de las cosas que ves mucho es la fe y la devoción de las personas, hay muchas que van descalzas, llevan imágenes colgando, solo traen una prenda, algunas no van en bici especiales, van en bicis normales, y digo, ¡wow, qué devoción tan grande!
El trayecto es pesado con una bici especial, imagina una bici normal, es una experiencia muy grande, porque sí le batallas en cuestión de frío, hambre y dinero, pero motivan las personas, que no dejan abajo a los peregrinos, todos vamos a un mismo objetivo, que es ir a ver a nuestra hermosísima virgen”, expresó Norberto Rodríguez.
El peregrino ciclista comparte que nunca ha sufrido algún incidente en el trayecto, ni ha tenido percances con su bici y todas han sido buenas experiencias.
“Mis experiencias han sido buenas, nosotros salimos del barrio del Barrio de San Antonio, salimos el tercer domingo de cada mes de enero, para andar llegando a León sobre 4 o 4:30 de la tarde, estamos hablando de prácticamente 10 horas pedaleando, no consecutivas, por que hay descanso.
“Conforme vas con la peregrinación todo va muy ordenado, por que vamos en carretera y sabemos los peligros”, externó.
El peregrino celayense narró que tras un descanso retoman el camino para estar en San Juan antes de las 2 de la tarde, hora en que se celebra la misa de los peregrinos y añadió que en su mayoría van hombres, pero también se ven mujeres, adultos mayores y niños.
Norberto definió como una experiencia muy bonita la peregrinación, donde la mayoría de las personas van con devoción y agradecimiento.
“Cuando empecé a ir la experiencia fue fuerte en cuestión del camino, ya que entrar a León, con las subidas, entradas… hubo pedazos donde iba solo, da miedo de perderte, el peligro, pidiendo a Dios que nos dé la oportunidad de llegar“.
“Llegando a San Juan la familia de los peregrinos te están esperando ahí, todos los peregrinos entramos a misa, y ahí termina el recorrido”, externó.
Pide buena salud y estabilidad laboral.
Luis Gallegos, quien también asiste a San Juan cada año, dijo que lo hizo desde niño, principalmente por deporte, pero al pasar del tiempo, la fe y la devoción han crecido.
Empecé a ir a San Juan desde los 8 años, con mis hermanos, primos y amigos, a lo cual yo sólo iba por conocer y por deporte, ahora ya con el paso del tiempo cada año que voy lo hago por fe a mi religión”, compartió.
Luis explicó que primordialmente va a visitar a la virgen y pedir por un inicio de año de buena salud y estabilidad laboral. También detalló que cada año es diferente, pues algunas ocasiones van menos personas, pero siempre están con la misma fe.
Cada año es diferente, hay años que suele ser todo un reto por lo pesado de las cuestas pero, hay otros años que es nos sobra energía, de igual manera, hay años que van muchos ciclistas y hay otros que van muy pocos, como este año que fuimos muy pocos a comparación de otros años”, señaló.
Ambos peregrinos coincidieron en que continuarán realizando el recorrido, pues la fe los sigue moviendo y ver a más personas con la misma devoción, es algo impresionante.
MGL
