Celaya, Guanajuato.- Los policías despedidos en Celaya deben recibir un trato justo y los que lleguen deben dar seguridad a los ciudadanos, opinó el obispo de Celaya, Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, durante rueda de prensa.
Esto luego de que al menos 30 elementos de la Policía Municipal de Celaya fueron sorprendidos al llegar a trabajar y ser informados sobre su baja de la corporación.
El obispo resaltó que se trata de un tema delicado.
Es un tema delicado, porque creo que ya hubo un antecedente en Irapuato, fue algo similar. Los policías que han sido despedidos merecen un trato digno; es decir, que se les informe a tiempo y las causas por las cuáles son despedidos, no hay ninguna cuestión grave o si fuera grave pues de todas maneras a ellos se les tiene que decir la causa de su despido”, opinó.
Pide empatía
Asimismo, resaltó que se les debe pagar conforme a la ley y pidió a las autoridades ser más empáticos en estas situaciones.
Que tomen en cuenta que detrás de ellos está una familia, a veces no es un trabajador del estado y la seguridad que tiene un trabajo riesgoso, detrás de eso está una familia, hay que ser un poco empáticos con los trabajadores, un poco más allá de lo que implica la ley, que se den cuenta que ellos ahora tienen que buscar un trabajo para subsistir y sobre todo para llevar a su familia algún recurso”, comentó.
Sin embargo, añadió que el estado tiene derecho a poner a los policías que considere convenientes para respaldar la seguridad.
“Se debe trabajar en coordinación, sin sumisión y en coordinación, el Ayuntamiento con el Estado y el Estado con la Federación, porque al final el objetivo es el mismo, procurar la seguridad de los ciudadanos, que realmente nosotros al ver la Policía nos sintamos seguros, tener la percepción de seguridad”, puntualizó Aguilar Ledesma.
Llama Obispo a hacer el bien
Por último, hizo un llamado a la ciudadanía para hacer el bien y no dejar todo el trabajo en los policías.
“¿Es importante que nos cuidemos todos y que invitemos a las personas que delinquen o hacen mal, que provocan sufrimiento, muerte, dolor, a que dejen de hacerlo, porque por más policía que tengamos o con más seguridad que tengamos, si sigue habiendo gente que quiere vivir del mal y haciendo cosas malas pues nunca vamos a acabar”, finalizó el Obispo de Celaya.
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