Celaya, Guanajuato.- Deberá ser la familia la principal responsable de prevenir riesgos ante la presencia de fentanilo, sin dejar de lado la responsabilidad de las instituciones a cargo del desarrollo social, opinó el vicario de pastoral y vocero de la Diócesis de Celaya, José de Jesús Palacios Torres.
Luego de que el gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, asumiera que hay presencia de fentanilo y que centros de rehabilitación dieran conocimiento de al menos tres casos de consumo, la Diócesis asumió que la familia debe ser la primera en asumir la prevención.
José de Jesús Palacios expuso que la comunicación entre tutores e hijos debe existir y ser efectiva, sin dar posibilidad a que los jóvenes realicen actividades que pongan en riesgo su salud y la del resto de la población.
Yo creo que aquí tenemos que vernos interpelados todos, las instancias, pero en primer lugar la familia, es el centro de todo, porque los padres están preocupados por generar recursos, una estabilidad económica, tener comodidades, tener el teléfono de última generación para sus hijos porque así se entretienen y no dan lata, pero cuántos adolescentes de hoy están abandonados”, lamentó.
Juventud: etapa de riesgo
El vicario pastoral consideró la juventud como una etapa de riesgo donde los menores están propensos a problemas emocionales que los vuelven vulnerables en la sociedad.
Muchos problemas del adolescente se generan precisamente por la experiencia de un desamor, de la desatención, del abandono por parte de los padres la familia, y como quieren la experiencia de pertenencia de sentirse queridos, amados, sentirse alguien, así los van jalando este tipo de grupitos que van experimentando el consumo de droga donde finalmente, una vez que entran, difícilmente salen porque es algo fuertemente adictivo”, señaló.
Educación, formación y acompañamiento fueron enlistados por parte del vicario como temas donde la familia tiene que poner empeño y no asumir comportamientos evasivos.
Lo van dejando pasar, son situaciones donde los padres de familia empiezan por negarlo o creen que están teniendo un mal pensamiento y en estos casos sí hay que estar muy atentos, asumir el compromiso de brindar instrucciones y dar un camino de auténtica educación en todas las dimensiones de la vida”, finalizó.
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