León, Guanajuato. Suben fondas sus precios, otras más integran platillos más baratos y ya comienzan a resentir baja en sus comensales.
Cocineras del Mercado Aldama y Carro Verde coincidieron en que el gas es uno de los productos que más aumento registran además de ser clave para su negocio. Sus platillos han incrementado 15 pesos, ante el alza de precios de la canasta básica e insumos.
Aceite, huevo, arroz y frijol son de los alimentos que constantemente elevan su precio, detalló Alicia Rosas Orozco, quien atiende una fonda en el Mercado Aldama.
La mujer de 75 años es segunda generación en la elaboración de alimentos, quién heredó el local de su mamá.
Señala que al incremento se suman 25 pesos extras en cada caja de refresco.
Alimentos como el limón y aguacate también se encarecen, y pese a los aumentos los clientes esperan un buen precio y una porción regular.
Detalló que anteriormente los “Miércoles Ciudadanos” organizados por la Presidencia Municipal les beneficiaba, pero ahora ni eso les eleva los clientes.
Le subí diez pesos a los platillos, no se le puede subir más porque por un peso dejan de venir”. Refirió que ahora sus comensales antes de ordenar preguntan precios.
En su local los mejores días son los fines de semana, con esas ventas sostiene el menú de la semana. Estimó que desde hace cinco semanas sus ventas han ido a la baja.
Quieren el mismo precio
La gente quiere que le dé al mismo precio de antes y no se puede”, expuso Angélica Hernández. Ella es cuarta generación dedicada a las fondas en el Mercado Aldama.
Sus platillos pasaron de 50 a 65 pesos, detalló que todas las verduras están más caras. En su caso la preparación del mole lo hace desde cero, y la amplia cantidad de ingredientes han aumentado su costo.
Hace un par de meses debió ajustar los precios, refirió que cuando son productos a la carta son un poco más elevados, pasaron de 65 a 80 pesos.
Admitió que los aumentos de precios, les restan clientes “piensan que es cosa de uno”. Cuando el menú del día no se vende se debe desechar, ya que no se pueden arriesgar.
La comida corrida es de 65 pesos para poder competir con el resto de locales que ofrecen alimentos. Cuando el limón estaba en cien pesos, ofrecían sólo una cuarta parte.
Conserva sabor y calidad
Adelaido Antimo Trujillo, tiene 20 años atendiendo un local en el Mercado Aldama que se especializan birria y menudo.
Expuso que los precios de los alimentos no puede aumentarlos, debe mantener el precio sin reducir la calidad. Sus platillos inician en 60 pesos, hasta 75 pesos el de mayor tamaño. Desde el año pasado mantiene este precio, no puede ser más caro por la competencia a su alrededor.
Los clientes muchas veces buscan volumen en los alimentos no así en la calidad”,
refirió que entre semana sus clientes son pocos, los fines de semana hay mayor movimiento.
El comerciante previamente se dedicaba al sector calzado, ahora que está pensionado con 70 años no lo contratan y optó por una fonda.
En una situación similar se encuentran las fondas instaladas en el Mercado Carro Verde.
Adapta guarniciones
Croquetas de atún y pollo son las opciones económicas que sumó Ana Laura Mendez Arenas para que sus platillos sean accesibles en el menú del día.
Aunque los insumos están más caros, admitió que no puede aumentar los precios, constantemente las están revisando para que coloquen sus precios a la vista, pero esto no es posible porque no es un precio fijo.
Un platillo regular cuesta 55 pesos, en dos años solo les ha aumentado 3 pesos, porque tras la pandemia sobrevivieron a pesar de las restricciones. El local que atiende tiene 33 años dentro del Mercado Carro Verde.
Afecta a todos
Los aumentos en los alimentos afectan a todos comerciantes y amas de casa expuso Lupita Vazquez, quien es propietaria de una fonda en el Mercado Carro Verde.
Cuando la canasta básica aumenta, es muy difícil que podamos subir los precios, es un lugar dónde se busca una cocina económica”.
En su local el menú del día cuesta de 50 a 70 pesos dependiendo de lo que pidan, tratan de hacer alimentos que sean accesibles ya que sus clientes tienen un presupuesto limitado.
Admitió que en ocasiones llega a cobrar un poco menos dependiendo de la situación económica de sus clientes.
La fonda tiene 50 años en servicio, la mamá de Lupita comenzó con el negocio ahora son sus hijas quienes la atienden.
El gas y la luz son dos de los insumos que más elevados están en su negocio, su hermana es quien administra el negocio para que les rinda el presupuesto.
SM