León, Guanajuato.- El emprender sin el respaldo de una familia dedicada a los negocios, no fue un obstáculo para que jóvenes crearan sus firmas, antes de cumplir los 25 años.
Actualmente Miguel Arias tiene 30 años y dos comercios, además es vicepresidente de jóvenes Canaco.
Miguel, comenzó a los 23 años con su primer negocio, una consultoría de educación financiera sin provenir de un núcleo empresarial.
En su firma de nombre homónimo imparte cursos de finanzas personales y portafolios de inversión.
Su segunda propuesta está relacionada con la comida, “Miguelote el rey del elote”, que junto con su hermano se asoció.
Recordó que comenzó a trabajar desde los 15 años, en neverías, pizzerías, y un banco. Optó por la asesoría financiera porque en ese momento era el que requería menor inversión.
La formación de Miguel es como administrador, señaló que a la par de estudiar la universidad se capacitó en certificaciones para completar sus estudios.
Recomendó a los que empiezan trabajar, aprender en qué eres bueno y en qué no. Saber recibir órdenes.
No puedes aspirar a ser un líder de negocio si ni siquiera te dejas guiar”.
Crea su propia incubadora
Antes de tener su empresa Jorge Carlos Ortiz Martínez trabajó en un call center, actualmente es director de Askha, una incubadora de empresas y aceleración de proyectos.
Detalló que su motivación fue mejorar la manera en como operan las empresas, fue la “chispa”, para que nazcan fuertes.
La firma tiene nueve años en operación, cuenta con cobertura en el centro del país, anualmente crean 50 empresas, de ellas el 80% se mantienen activas.
Ortiz Martínez es licenciado en administración de empresas y cuenta con una especialidad en liderazgo.
A los interesados les aconsejó mapear sus iniciativas, para evitar duplicar.
Las oportunidades están en la puerta, las cosas ya están hechas solo están para que se utilicen”, dijo.
Un sí, hizo la diferencia
Aceptar un proyecto fue el comienzo empresarial de José Zermeño Luque, arquitecto de profesión, y con una especialidad en Business Innovation & Design Thinking.
Recordó que comenzó sin tener oficina, ni personal, estaba por estudiar una maestría en Londres.
Sin embargo, una empresa local de zapatos estaba en un plan de crecimiento y le ofreció el proyecto.
Son oportunidades que si dejas pasar te puedes arrepentir”.
Detalló que ha contado con ejemplos empresariales en su familia, pero sus empresas son de primera generación.
Uno de ellos es Gestra que comenzó hace cinco años, una consultoría en gestión, que acompaña en el desarrollo de proyectos de construcción e impactos ambientales.
Su experiencia en este sector suma 13 años, aunque hace tres años creó Foresight Retail Company, en ella realizan conceptualización, diseño y construcción para que la personalidad de las marcas se vea reflejada.
Reconoció que cuando empezó le faltaba humildad, para recibir la crítica de otros, también identificar que hay espacios para crecer sin competir.
Para quienes buscan lanzarse, recomendó no tener miedo de acercarse a personas con experiencia para pedir una opinión, todas las situaciones adversas dejan experiencia.
Desarrolla consultoría
Cuándo Cinthya Sánchez Pérez inició la universidad, de forma paralela empezó con su empresa consultora Alentu.
En ella ofrece consultoría, en el área de innovación, la iniciativa se deriva de la compañía familiar, hace cinco años dio el primer paso, actualmente tiene 24 años.
Primero me tuve que empoderar en la empresa familiar, antes de comenzar”, detalló.
Licenciada en creación y desarrollo de empresas está en curso de la maestría en innovación para el desarrollo empresarial.
Señaló que la paciencia es lo que ahora identifica le hacía falta al iniciar, explicó que cuando inicias detectas rápido las oportunidades, pero realizarlas es un proceso que tarda “sin prisa pero sin pausa”.
Los empresarios compartieron sus experiencias dentro del panel “Colaborar para crecer: comunidades juveniles de emprendimiento en León”, organizado por Coparmex zona metropolitana León.
SM