Las nuevas materias, las tareas y el tiempo que dedicas a estudiar para los exámenes es un factor importante en la falta de organización para los horarios de comida.
Cuando pasas del colegio a la universidad, muchos cambios aparecen en la forma de vivir, y la alimentación no es la excepción.
El proceso de adaptación puede ser tedioso porque todo tu entorno cambia, |desde la parte social con los compañeros de aula, el estrés y los trabajos que solo se acumulan, pero una buena alimentación debe formar parte de tu lista de prioridades.
De acuerdo con especialistas en nutrición, un plan de alimentación saludable proporciona suficientes calorías y nutrientes para que los estudiantes desarrollen sus habilidades motoras, ideales para el rendimiento educativo y adicional para mantener un buen estado de salud, físico y mental.
Además, una buena nutrición evita problemas de salud como la anemia, gastritis, trastornos alimenticios, diabetes y obesidad.
Por lo que aquí te dejamos algunas sugerencias que te pueden ayudar para mantener en orden tus comidas y mantenerte saludable.
Incluir todos los grupos de alimentos
En el desayuno deben estar presentes los lácteos, el queso o huevo, una harina, en lo posible integral y una porción de fruta.
A la hora de la comida, es importante incluir una proteína (ya sea de origen animal como las carnes y el huevo o las de origen vegetal como las leguminosas o granos) harinas como arroz, papa, yuca o plátano, las verduras, ensaladas, frutas y jugos bajos en azúcar.
¡No olvides tomar agua!
Es recomendable beber agua frecuentemente y alimentos altos en fibra como verduras, frutas y productos integrales diariamente.
Adaptar tus horarios de comida con los de tus clases
Si el tiempo no te parece suficiente para tomar una buena comida, puedes optar por consumir colaciones de yogur, fruta picada o productos integrales como galletas.
Evitar los ayunos
Evita estar sin comer por períodos muy prolongados. Es fundamental respetar las tres comidas principales: desayuno, comida y cena.