¿Quién es responsable de la construcción de un mundo sin violencia escolar y de género? o debemos decir ¿quiénes? La respuesta es clara, todos somos responsables de esa construcción, como individuos, colectivos e instituciones.

Al respecto, es importante el fomento y el fortalecimiento de miradas autoreflexivas y pensantes que nos permitan atender las exigencias de un mundo cambiante y diverso, por lo que, es imperioso incorporar en la educación renovados puntos de vista para abordar temas o acontecimientos cotidianos, es decir, ponernos lentes, que nos ayuden a ampliar nuestras miradas de la realidad y ver con ojos más críticos una situación, en ese sentido, la perspectiva de Derechos Humanos es imprescindible.

En el Hispanoamericano, guiados por nuestro “Programa de sana convivencia, cultura de la paz y atención, prevención y erradicación de la violencia escolar y de género”, tenemos la firme convicción de que la educación en materia de derechos humanos es también tarea de las instituciones educativas, a través de acciones participativas, transversales e interinstitucionales, que contribuyan a desarrollar en los educandos y en los educadores, la toma de conciencia, el pensamiento crítico y el fomento de una cultura de igualdad, para la edificación de una sociedad más justa e igualitaria.

Como institución, realizamos en las distintas etapas y secciones, múltiples actividades tendientes a la concientización y a la prevención de la violencia escolar y de género, a través de jornadas de la paz, así como talleres y conferencias en los que se instruye sobre su prevención, detección y erradicación.

Nuestro programa busca hacer visibles y dar seguimiento puntual a estas acciones, para fomentar el respeto a los Derechos Humanos, la no discriminación, la igualdad y la legalidad a través del diálogo permanente, que nos permita a todos los partícipes fomentar la auto reflexión, la conciencia crítica, la apertura y la diversidad de opiniones, en una actitud que favorezca el interés, la comunicación asertiva, el respeto, la empatía, la comprensión, la toma de conciencia y la toma de decisiones asertivas, para lograr juntos una formación continua, integral, ética y profunda.

Sin embargo, para nosotros es claro que, sin la contribución de la familia como eje central de la socialización, esa construcción no es posible, por ello, debemos tomar conciencia de que los padres son los primeros formadores de la Cultura de Paz y agentes de cambio social, así, la construcción de un mundo sin violencia escolar y de género es tarea tuya y mía ¿Tú cómo contribuyes?

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