México.- En noviembre pasado, la actriz Rebecca Jones alarmó a sus seguidores debido a que tuvo que ser hospitalizada de emergencia debido a un problema en sus pulmones, y trascendió que fue en este momento que su ex, Alejandro Camacho, internó al hijo de ambos.
Según información publicada por TV Notas, un amigo cercano a la pareja de actores reveló que Max no lleva una buena relación con su padre, pero todo empeoró cuando lo internó en una clínica de rehabilitación contra su voluntad.
Aunque ya tiene 33 años y es músico, la fuente asegura que Maximiliano aún depende económicamente de sus padres, además de que es muy apegado a Rebecca, por lo que cuando a la actriz le diagnosticaron cáncer de ovario, en 2017, fue un duro golpe que no pudo sobrellevar y cayó en una fuerte depresión; su ‘salida’ fue refugiarse en las drogas y el alcohol.
Por eso ahora que Jones tuvo que ser internada nuevamente, Alejandro Camacho tomó la decisión de internarlo, pero esto trajo más problemas a la ya de por sí fracturada relación, pues el supuesto amigo de los actores, reveló que Max tiene resentimiento contra su padre por haber sido violento con su mamá.
“Él (Camacho) está muy preocupado de ver cómo está su hijo y pensó que meterlo a terapia contra las adicciones a una institución especializada sería lo mejor, pero todo salió peor”, aseguró la fuente.
“Porque el rencor de Max hacia su padre creció, y es que, no se sabía, cuando Alejandro y Rebecca estaban juntos, él supuestamente la golpeaba y desde ahí su hijo le agarró mucho coraje, y aunque claro, no lo soporta, sigue recibiendo dinero de él”, agregó.
El supuesto amigo cercano de los protagonistas de la telenovela “Cuna de lobos” (1986), reveló además que el lugar en el que internaron a Max era caro, pues solamente la estancia diaria costaba alrededor de 2 mil pesos, pero de cualquier forma no funcionó.
“No duró ni dos semanas en el lugar, fue internado el 6 de noviembre y por ahí del 20 de noviembre su papá lo tuvo que sacar por la exigencia de Rebecca que no podía creer lo que había hecho. Además, durante la estancia permaneció en total rebeldía y se negó a hacer las terapias, salió hablando pestes del lugar”, explicó la fuente a la revista.
LCCR