Washington.- El gobierno estadounidense anunció 251 millones de dólares para proyectos de captación y almacenamiento de gases contaminantes en siete estados, con el objetivo de reducir la polución causante del calentamiento atmosférico proveniente de plantas eléctricas y otras instalaciones industriales.
El anuncio del miércoles es un voto de confianza en la nueva tecnología cuyos promotores —con frecuencia las empresas de petróleo y gas— dicen podría ayudar mucho a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Sin embargo, los ambientalistas insisten en que la tecnología está muy lejos de aplicarse a gran escala y que enfocarse en ella distrae de la búsqueda de alternativas de energía renovable.
El anuncio del miércoles, los miles de millones de dólares aprobados por vía legislativa y las declaraciones del presidente Joe Biden y del enviado climático John Kerry hacen evidente que el gobierno está aumentando la presión sobre la industria de la captación y almacenamiento de gases para que demuestre que la tecnología puede cumplir su cometido.
“Estamos tratando de lograr un despegue comercial de la industria del manejo de gases como un todo”, declaró Noah Deich, subsecretario de la Oficina de Manejo de Gases del Departamento de Energía.
La captación y almacenamiento de gases consiste en extraer el dióxido de carbono, ya sea de la fuente de la contaminación o de la atmósfera, y almacenarlo en el subsuelo profundo. En algunos casos, el dióxido de carbono es transportado de un estado a otro por medio de gasoductos y usado para otros fines.
Los proyectos son financiados por medio del Departamento de Energía, con fondos provistos por la Ley Bipartidista para la Infraestructura, que designó 12.000 millones de dólares para tal fin. Los beneficiarios incluyen universidades y una importante empresa petrolera, y provienen de varios estados como Texas, Illinois, Georgia y Wyoming.
La mayor parte del dinero, 242 millones de dólares, irá a nueve proyectos de almacenamiento con capacidad de almacenar por lo menos 50 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, lo que es apenas una fracción ínfima de lo que sale a la atmósfera. Estados Unidos emitió unos 5.500 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono en 2021, según la Agencia de Protección Ambiental.
JFF