Atlanta.- El expresidente Donald Trump se entregó el jueves por cargos de que elaboró un plan ilegal para revertir los resultados de la elección de 2020 en Georgia, un fichaje que sólo tomó 20 minutos pero que produjo un momento histórico: la primera foto de prontuario de un exmandatario de Estados Unidos.
Trump fue dejado en libertad con una fianza de 200.000 dólares (3 millones 300 mil pesos) y volvió al aeropuerto para su vuelo de regreso a su residencia en Nueva Jersey.
Trump entregándose a las autoridades se ha vuelto en una rutina de la temporada electoral a tal grado que empaña el espectáculo sin precedentes de un expresidente siendo fichado.
Pero su visita a Atlanta fue muy diferente a las tres ocasiones anteriores, pues se llevó a cabo por la noche y en una cárcel plagada de problemas —en lugar de un tribunal—, y en una ciudad que no es considerada un bastión liberal como Nueva York o Washington, sino en el corazón de un estado sin clara preferencia política que será fundamental en los comicios presidenciales de 2024. Y a diferencia de las otras ciudades en donde no se le requirió que posara para una fotografía para su prontuario, en esta ocasión sí se le fotografió, de acuerdo con una persona al tanto del proceso.
Trump aterrizó en Atlanta poco después de las 7 de la noche y fue trasladado, en plena hora pico, hacia la prisión para iniciar el proceso de fichaje. Con su característica camisa blanca y corbata roja, saludó y levantó el pulgar mientras descendía por la escalinata de su avión privado.
Completó el proceso en 20 minutos, proveyendo a los agentes sus medidas físicas, como es costumbre: 1,90 metros (seis pies, tres pulgadas), 97,5 kilogramos (215 libras).
Momentos antes
Donald Trump se entregará el jueves a las autoridades de Georgia, donde se le acusa de tratar de anular los resultados de las elecciones de 2020 en ese estado. Durante el proceso habrá una primicia histórica: la fotografía policial de un expresidente estadounidense.
Esto sucede un día después de un debate presidencial entre sus principales rivales para la nominación republicana de 2024, una contienda en la que Trump se mantiene como el principal candidato a pesar de los crecientes problemas legales. Se espera que su presencia en el estado, aunque probablemente breve, le quite la atención, al menos temporalmente, a sus oponentes.
El procesamiento del condado Fulton es el cuarto caso penal contra Trump desde marzo, cuando se convirtió en el primer expresidente en la historia de Estados Unidos en ser acusado. Desde entonces, ha enfrentado cargos federales en Florida y Washington, y este mes fue acusado formalmente en Atlanta junto con otras 18 personas —incluido su exjefe de gabinete, Mark Meadows, y el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani— bajo un estatuto de extorsión normalmente asociado con pandilleros y crimen organizado. Giuliani, el abogado y confidente de Trump, se entregó el miércoles y lo fotografiaron y ficharon.
Trump ha convertido las breves comparecencias judiciales en eventos de campaña, generando una amplia cobertura mediática que ha incluido helicópteros de noticias que siguen cada uno de sus movimientos.
La campaña también ha utilizado las apariciones para solicitar contribuciones a sus partidarios, mientras sus asistentes dicen que las acusaciones únicamente buscan dañar sus posibilidades de reelección.
Sin embargo, su comparecencia en Atlanta será diferente. A diferencia de otras ciudades que no le exigieron una fotografía policial, no es el caso en Fulton.
“A menos que alguien me diga lo contrario, estamos siguiendo nuestras prácticas normales, por lo que no importa el estatus, tendremos una fotografía policial”, dijo el jefe de policía del condado Fulton, Patrick Labat, en conferencia de prensa a principios de este mes.
HLL