Estados Unidos.- Un disparo de la cámara. El obturador se abre y se cierra en una fracción de segundo, congelando para siempre una imagen.

Cuando el obturador de la cámara parpadeó el jueves dentro de una cárcel del centro de Atlanta, creó y documentó un pequeño punto de inflexión en la vida estadounidense. Por primera vez en la historia, un expresidente de Estados Unidos fue captado para la historia bajo arresto, en el tipo de imagen que suele relacionarse con narcotraficantes o conductores en estado de ebriedad. Los signos del poder han quedado eliminados, por una fracción de segundo.

El resultado: Una imagen eterna que aparecerá en los libros de historia mucho después de que Donald Trump se haya ido.
“Por siempre será parte de la iconografía de haber vivido en esta época”, dijo Marty Kaplan, profesor de la Facultad Annenberg de Comunicaciones de la Universidad del Sur de California.

En la fotografía, Trump confronta a la cámara ante un fondo gris, y sus ojos observan fijamente la lente en una intensa mirada. Viste un traje azul, camisa blanca y corbata roja, los hombros cuadrados, la cabeza inclinada ligeramente hacia la cámara. Por encima de su hombro derecho se añadió de forma digital el logotipo de la policía del condado.

Algunos de los otros 18 acusados en el caso en Georgia sonrieron para sus fotos de prontuario, como si estuvieran posando para un anuario. No Trump. Su rebeldía es palpable, como si estuviera viendo a un enemigo a través de la lente.

NO ES UNA FOTOGRAFÍA CUALQUIERA

Que Trump enfrente cargos ya se ha convertido en algo familiar para los estadounidenses en 2023, quienes lo han visto frente a una jueza en un tribunal de Nueva York o han visto los dibujos en acuarela dentro de cortes federales en Miami y Washington, donde no se permite el ingreso de las cámaras.

Esta vez es distinto.

Cómo lo dijo Anderson Cooper en CNN: “el expresidente de Estados Unidos tiene un número de preso”. P01135809 para ser exacto. Pero hasta hoy que se entregó para enfrentar cargos de tratar de robar la elección 2020 en Georgia —su cuarta acusación formal en lo que va del año_, había evitado tener que posar para una emblemática foto de prontuario como millones de acusado de delitos antes que él.

Más allá de que Trump, como todos los estadounidenses, es inocente hasta que se demuestre lo contrario en un tribunal, la foto al ser fichado, y todo lo que representa, trae consigo un impacto emocional y cultural.

Una foto de prontuario es una representación visceral del sistema de justicia criminal, un símbolo de la pérdida de la libertad. Congela en la memoria uno de los peores días en la vida de una persona, un momento que no está hecho para álbumes. Debe ser algo particularmente extraño para un hombre nacido entre privilegios, alguien que ama tener el control, que cuida su imagen al extremo y que ascendió hasta convertirse en la figura más poderosa del mundo.

“‘Encausado’ es una palabra un tanto vacía. Y una imagen dice más que mil palabras”, manifestó Kaplan, quien fuera escritor de discursos del vicepresidente Walter Mondale y guionista en Hollywood. “Una foto de prontuario es un género. El marco dice: ‘Este es un venado lampareado. Un hampón detenido’. Es un momento vergonzoso”.

YA LE SACA PROVECHO AL MOMENTO

Es poco probable que Trump considere su foto de prontuario como un momento vergonzoso mientras busca volver a la Casa Blanca al tiempo que enfrenta cargos penales en cuatro jurisdicciones. Su campaña ha reportado un incremento en las contribuciones cada vez que ha sido encausado.

¿Y la imagen en sí? Trump no se esconde de ella. De hecho, su campaña creó una mucho antes de que fuera real.

Meses antes de que fuera fotografiado el jueves en Georgia, su campaña usó la posibilidad de una foto de fichaje como una oportunidad para recaudar fondos. Por 36 dólares, cualquier persona puede comprar una camiseta con una foto falsa de prontuario de Trump y la leyenda “Inocente”. Decenas de diseños similares están disponibles a la venta en internet, incluidas muchas que atraen a los detractores del expresidente.

Ahora tienen una foto de verdad con la cual trabajar. Minutos después de que se diera a conocer la fotografía, la campaña de Trump la usó para solicitar fondos en su sitio web: “Noticia de último minuto. La foto de prontuario está aquí”, se lee en el asunto del más reciente email de su campaña para recaudar fondos, el cual promueve una nueva camiseta con la imagen. Y esta cita: “Esta foto de fichaje pasará por siempre a la historia como un símbolo del desafío de Estados Unidos a la tiranía”.

En una muestra de solidaridad, la representante federal Marjorie Taylor Greene publicó en X, la plataforma conocida previamente como Twitter, una foto de ella con una enorme sonrisa frente a un fondo gris y con el logotipo de la policía del condado en la esquina izquierda, una foto de prontuario hecha en casa. “Estoy con el presidente Trump contra la comunista fiscal de distrito Fani Willis”, escribió, refiriéndose a la fiscal de distrito del condado de Fulton, Georgia, que persuadió a un jurado investigador para acusar formalmente a Trump.

La historia reciente está repleta de políticos que buscan sacar ventaja política de sus fotos de prontuario. Han aparecido con enormes sonrisas o gestos de rebeldía, y han tratado de sacarle el mayor provecho a su predicamento.

Sin embargo, esta trata de apenas uno de 45 presidentes en toda la historia de Estados Unidos, no sólo de alguien que tuvo las llaves del gobierno más poderoso del mundo, sino de alguien que para muchas personas en la actualidad, dentro y fuera del país, personifica a Estados Unidos. Ver ese rostro observando directamente a una cámara cuyo lente no busca. Ese es un momento intenso.

“La imagen fija tiene un poder indiscutible”, dijo Mitchell Stevens, profesor emérito en la Universidad de Nueva York que ha escrito un libro sobre el lugar que tienen las imágenes en la sociedad moderna y cómo están suplantando a las palabras.

“De cierto modo congela un momento, y en este caso, congela un momento desafortunado para Donald Trump”, comentó Stevens. “No es algo que pueda hacer que desaparezca. No es algo que simplemente pueda ignorar. Ese momento vivirá por siempre. Y es enteramente posible que termine siendo la imagen que la historia preserve de este hombre”.
 

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