Fort Pierce, Florida.- Con la intención de convertir sus problemas legales en ganancia política, el expresidente Donald Trump llegó el lunes ante una multitud de partidarios a un tribunal federal en Florida para una audiencia a puerta cerrada en el caso penal que lo acusa de mal manejo de documentos clasificados.
Su caravana de vehículos partió luego de varias horas, a eso de las 2 p.m., en medio de una multitud que coreaba su nombre.
En la más reciente serie de comparecencias judiciales en el calendario de temporada electoral de Trump, partidarios con pancartas y banderas se reunieron frente a una valla del tribunal. Un mensaje del equipo de campaña de Trump, con el asunto “Estoy en los tribunales. ¡Otra vez!”, advertía que oponentes no especificados “quieren arrestarme” y “borrarme de la papeleta electoral”.
El mensaje subrayó de nuevo la estrategia de su equipo de politizar sus cuatro procesos penales, incluido el del disputado estado de Florida, donde se enfrenta a docenas de cargos por delitos graves que le acusan de acaparar archivos altamente clasificados en su finca de Mar-a-Lago y de obstruir los esfuerzos del FBI para recuperarlos.
La cita judicial del lunes estaba programada como una audiencia de procedimiento, cerrada al público, para discutir los procedimientos para el manejo de pruebas clasificadas en el juicio fijado actualmente para el 20 de mayo. La jueza federal de distrito, Aileen Cannon, fijó por la mañana los argumentos de los abogados defensores y por la tarde los de los fiscales, cada uno sin la presencia del otro.
“El abogado defensor deberá estar preparado para discutir sus teorías de defensa del caso, en detalle, y cómo cualquier información clasificada podría ser relevante o útil para la defensa”, escribió Cannon al programar la audiencia.
La audiencia a puerta cerrada se produce cuando los fiscales también han revelado que un posible testigo del gobierno ha recibido amenazas a través de las redes sociales que ahora son objeto de una investigación federal.
JFF