Ante las amenazas recibidas, muchos han preferido cerrar sus negocios y evitar ser blanco de los criminales

Acapulco, Guerrero.- La violencia registrada en playas de Acapulco y otras zonas del puerto es debido a que grupos del crimen organizado están disputando la extorsión a comerciantes y prestadores de servicio, advierten empresarios.

Desde hace varios años, la inseguridad en este puerto de Guerrero ha provocado el cierre de negocios; sin embargo, en los últimos meses este fenómeno se ha recrudecido debido al aumento en las extorsiones a comercios.

De acuerdo con Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio (Fedecanaco), desde la zona turística conocida como La Condesa, hasta la playa Icacos, empresarios de al menos 23 negocios cerraron sus establecimientos por las extorsiones que sufrían por parte de la delincuencia.

“Lo que estos grupos de la delincuencia se están disputando es la extorsión a los comerciantes de las playas y prestadores de servicios náuticos”, detalló.

Según los afectados, para poder operar sus negocios en las playas de Acapulco, los comerciantes deben pagar ciertas cuotas a la delincuencia, lo que les genera importantes pérdidas económicas.

Por ello, ante las amenazas recibidas, muchos han preferido cerrar sus negocios y evitar ser blanco de los criminales.

Tal es el caso de un empresario que tenía su taquería frente a la playa Tlacopanocha, quien en enero de este año tuvo que cerrar su negocio luego de que varios delincuentes llegaron para cobrarle una cuota, la cual se negó a pagar.

Versiones de algunos empresarios señalan que el dueño de la taquería “Chely” se enfrentó a balazos con los extorsionadores, y días después cerró las puertas de su negocio por temor a represalias.

En la fachada del local colocó varias lonas en las que pedía ayuda al Presidente Andrés Manuel López Obrador, a la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda y a la Alcaldesa de este municipio, Abelina López Rodríguez.

Este negocio ha sido cerrado porque me quisieron matar a mí y a mí familia grupos que operan en esta área”, decía una de las lonas colocadas por el empresario, quien también escribió que tenía 20 años en ese negocio trabajando en forma honrada.

Después de un mes de esos hechos, el pequeño empresario reabrió su taquería, pero no se sabe si recibió apoyo de las autoridades. 

“La verdad el comerciante de la taquería tuvo mucho valor para enfrentarse con los delincuentes. Muchos quisiéramos imitarlo, pero tenemos miedo de incluso acudir con las autoridades para interponer la denuncia, porque sabemos que no harán nada”, contó un empresario que pidió se omitiera su nombre.

Por su parte, el diputado morenista Jacinto González Varona señaló que para combatir el delito de extorsión, es necesario que el Congreso de Guerrero homologue la legislación local con la federal — lo cual sigue siendo un tema pendiente en la agenda legislativa–, a fin de que la extorsión sea delito grave, para que el delincuente que incurra en este delito no salga de prisión pagando una fianza.

González señaló además que ante la situación de violencia que padece Acapulco, hacen falta patrullas en la Policía y más elementos municipales.

Hay más de mil policías municipales en Acapulco, pero solamente poco más de 300 están trabajando. Los demás no están certificados porque reprobaron los exámenes de control de confianza”, expuso el también dirigente estatal de Morena en Guerrero.

GT

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