Guanajuato.- Cinco de cada 10 estudiantes que en Guanajuato abandonaron los estudios durante la pandemia del coronavirus eran de preparatoria.
De acuerdo con el diagnóstico de la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG), 80 mil 853 estudiantes abandonaron sus estudios durante la pandemia, de los cuales 37 mil 987, es decir un 47% del total, estaban en el nivel medio superior o bachillerato.
De 37 mil 987 preparatorianos, 30 mil 809 eran de escuelas públicas y 7 mil 178 de privadas.
En los otros niveles escolares desertaron 31 mil 243 en básico, y 11 mil 623 en superior.
Durante la pandemia la estrategia nacional fue la educación virtual desde casa. En Guanajuato solo el 55 % de hogares tiene acceso a internet y el porcentaje de usuarios a internet está por debajo de la media nacional con un 67.3 %.
“El grupo mayoritario que son los de preparatoria y universidad muchos están trabajando, tratando de subsidiar necesidades de las familias que se presentaron durante la pandemia. La dinámica familiar tuvo un cambio, hay veces que los estudiantes chicos no tienen quién los lleve porque los papás trabajan”, comentó el secretario de Educación, Jorge Hernández Meza.
De ahí que la estrategia es también atender las causas que motivaron el abandono.
El reto planteado en el Pacto Social por la Educación es ir por ellos. La SEG asegura que tiene un registro de quiénes son y dónde están.
Los que desertaron son los que tenían menor desempeño antes de la pandemia, así como los que asisten a escuelas con mayor grado de marginación social; escuelas vespertinas y en mayor proporción estudiantes del sexo masculino, cita la SEG.
El Pacto firmado el 1 de junio establece cuatro ejes de trabajo, el primero es el de la “Reinserción escolar”.
Los otros tres ejes son los de “Recuperación de aprendizajes”, “Reconocimiento de la figura docente”, y el de “Formación de padres y madres del siglo XXI”.
En la “Reinserción escolar” el objetivo es implementar estrategias que orienten, promuevan y sensibilicen a niños, jóvenes y padres de familia sobre la importancia de asegurar la continuidad en su trayectoria educativa. Son cinco las acciones:
- Alerta temprana: Sistema con uso de inteligencia artificial y ciencia de datos para generar predicciones de abandono escolar y seguimiento.
- Detección: Desarrollo de visores educativos.
- Promoción: Identificación y canalización.
- Ingreso: Facilitación de trámites y reincorporación.
- Permanencia: Acceso a red de servicios y programas de apoyo socioemocional.
Para dar seguimiento a las estrategias, se creará una Mesa de Gobernanza, con integrantes del Consejo Sectorial de Educación, el Consejo Estatal de Participación Social en Educación, así como un equipo técnico de la SEG.
Abandona escuela tras ser papá
Juan Luis Flores Amézquita no ha podido retomar la preparatoria porque actualmente trabaja y es padre de familia.
Luis estudió la primaria y secundaria cerca de su casa, en la colonia Santa Rosa de Lima, y sus padres, hermanos y su tía lo impulsaron a estudiar una carrera universitaria.
Sin embargo, al empezar el segundo semestre de preparatoria, dejó sus estudios y comenzó a trabajar en un taller mecánico para independizarse de su familia.
“Yo entré a estudiar a la UCEM, ahí comencé mi preparatoria, pero cuando iba en segundo semestre, decidí meterme a trabajar para ganar una lanita extra. Pero la verdad es que me gusto más el dinero y salí de la escuela”, contó el joven.
Pero la vida sorprendió a Luis al enterarse que sería papá de un niño a sus 18 años, así que la posibilidad de regresar a la escuela se vio más lejana porque ahora tendría que trabajar hasta doble turno para poder mantener a su familia.
Ahora Luis tiene 24 años y espera poder terminar la preparatoria y estudiar una carrera que le permita combinar su trabajo con la paternidad.
Prefirió aportar dinero a casa
Diego Eduardo Ochoa, de 15 años, dejó sus estudios el año pasado para ponerse a trabajar en una carnicería y aportar dinero a su casa.
Él estudiaba en la secundaria Rufino Tamayo, que está en la colonia Las Joyas, y cursaba el primer año, pero no lo concluyó.
“Me salí hace casi un año cuando estaban las clases en línea y otras presenciales, además de que ya no me gustó mucho la escuela”, platicó.
Otro factor que lo desmotivó a estudiar fue que los maestros faltaban seguido a sus clases presenciales.
“No nos daban muchas clases, además de que yo tampoco ponía mucha atención”, dijo.
Estudiar nunca ha sido su fuerte, aseguró el joven, pues iba a la escuela más a convivir que a aprender, además de que su conducta en clase nunca fue buena.
No obstante, su materia favorita era Historia, y la que menos le gustaba era Matemática, ya que los números nunca se le dieron mucho.
Diego Eduardo dijo que no cree que regrese a la escuela porque le ha gustado mucho trabajar y ganar su propio dinero para comprarse lo que a él le gusta.
“Todavía vivo con mis papás y tengo que apoyar con los gastos, pero sí me gusta mucho mi trabajo”.
Trastocó pandemia carrera de ingeniería
Las clases virtuales que se implementaron en el nivel superior en Moroleón y Uriangato provocaron que Rafael Vargas Cortés dejara de estudiar la Ingeniería Automotriz en el Instituto Tecnológico del Sur de Guanajuato (ITSUR).
El joven de 22 años, originario de Moroleón, alcanzó a estudiar seis semestres de la carrera y solo le faltaba un año y medio para terminar, hasta que llegó la pandemia.
Rafa, como sus amigos lo conocen, explicó que debido a que los maestros no le explicaban bien las clases, tuvo que estudiar por su cuenta, lo cual se complicó por su trabajo de medio tiempo.
“Muchos otros compañeros dejaron la escuela por lo mismo que yo, no podíamos con el trabajo y las clases en línea porque era mucho más trabajo y tareas, no sentíamos que estuviéramos aprendiendo algo. Entonces, tuvimos que dejarlo por el trabajo, todos seguimos trabajando porque de nada servimos ahí aplastados en nuestras casas”.
Fue el año pasado que el joven abandonó la universidad para concentrarse de tiempo completo en el trabajo en la industria textil, por lo que ve difícil retomar sus estudios.
MCMH