Guanajuato.- La gama de violencias del crimen organizado en México parece no tener fin. Durante los últimos años las tácticas habían alcanzado cotas más propias de una guerra regular como la colocación de minas antipersona o drones armados con bombas. El último episodio de la sofisticación de los métodos criminales supera un nuevo límite y ha llegado esta semana desde Guanajuato. En un video publicado este sábado en las redes sociales se ve a un grupo de policías inspeccionando el interior de una casa donde hay un cadáver tirado en el suelo. Las imágenes parecen venir de una cámara oculta situada dentro de la vivienda. La siguiente escena está tomada por una segunda cámara situada en la calle. Al cabo de unos segundos se ve y se escucha una potente explosión en la casa con los policías dentro. Las agentes que aguardaban fuera huyen del lugar y se escucha qué dicen: “¡Ya vámonos! ¡Es un bomba!”. Se acaban de dar cuenta de que les han tendido una emboscada.
Las imágenes recuerdan más a una estrategia terrorista o una escena de una película de guerra. El efecto es aún mayor porque el metraje del video va acompañado de un texto en letras grandes que explica las fases de la emboscada. “Como un relojito”, aparece escrito en la pantalla mientras los policías están dentro, como para avisar al espectador que el objetivo ha caído en trampa y van a hacer explotar la bomba por control remoto. Y tras la explosión, otro aviso: “Recuerden que todo Guanajuato tiene dueño”.
La Fiscalía estatal ha anunciado que el ataque se ha producido en el municipio de Irapuato, a 50 kilómetros de la capital del Estado, convertido desde hace unos años en un polvorín por la pugna entre diferentes mafias del crimen organizado. Dos policías, un agente y un perito, resultaron heridos por la explosión.
La acción no ha sido reclamada explícitamente por ningún grupo en particular, pero el texto del montaje en vídeo señala que el objetivo era específicamente la policía ministerial. “Se lo dijimos: sigan con su reventadero fuera de procedimiento. Reventando sin orden de cateo y metiéndose con la familia de nuestra gente. Si nosotros somos su objetivo, ustedes son el de nosotros”. Otro ejemplo del pulso de tú a tú con las autoridades que se repite con tanta frecuencia en México.
Dentro de la casa, informaron también las autoridades, se encontraba un cadáver desmembrado. La cabeza estaba dentro de una hielera y el resto del cuerpo repartido en bolsas de basura. Ese era el macabro cebo para la emboscada. En la misma ciudad de Irapuato, que registra una de las tasas más altas de asesinatos del Estado, sucedió hace dos años una matanza masiva. Un comando armado irrumpió un miércoles por la tarde en un centro de rehabilitación y asesinó a sangre fría a 24 personas.
Guanajuato es uno de los motores industriales y agropecuarios del centro de México. Hasta hace poco era una lugar próspero y tranquilo pero desde hace unos cuatro años se ha convertido en uno de los Estados más asolados por la ola de violencia que sufre el país. Por su territorio pasan varios ductos de combustible, lo que lo hace una de las zonas calientes para el tráfico ilegal de gasolina o huachicoleo, una de las principales fuentes de ingreso de los carteles. Tiene también una ubicación estratégica: es una puerta de entrada hacia los Estados del norte, rumbo a Estados Unidos, y los de occidente. Desde hace años, los grupos de Santa Rosa de Lima y Jalisco Nueva Generación se disputan el control, lo que se ha traducido en matanzas, atentados y grandes operativos policiales para dar con sus líderes.
MCMH