Pénjamo, Guanajuato.- Decenas de familias visitan a sus seres queridos en los panteones desde este 1 de Noviembre, en vísperas del Día de Muertos,  para realizar la limpieza del lugar, retocar y hasta adornar con flores sus tumbas.

Este 1 de noviembre, como cada año, los familiares de Regina Razo García, apodada con cariño como “Regis”, acuden a la tumba de la niña de 5 años para limpiar, pintar y adornar el lugar donde descansan sus restos.

Regis en el año 2015 a consecuencia de un accidente vehicular saliendo del kínder con un familiar.

Su mamá la recuerda con mucho gusto y cariño como una niña amorosa.

“Era muy ocurrente. Le encantaba el café. Mi mamá se la llevaba a comprar la despensa y ella le pedía que la llevara al baño cuando pasaba por la cafetería de ‘El Güero’. Lo hacía con el afán de tomarse un café al salir”, platicó su mamá.

“Era una niña con mucho ángel, muy cariñosa. Ese día que falleció, pareciera que ya lo presentía. Antes de irse de su escuela, buscó a su hermano para decirle que ya se iba. Siempre lo hacía pero su hermano asegura que el sentimiento por el abrazo fue muy distinto a los de otros días”, narró la mamá de Regis, Yazmín García Ayala, mientras pintaba el tapete que adorna la tumba.

‘Fue como si me hubieran arrancado un brazo’

La abuelita de Regis, Rosa Isela Ayala Arredondo, asegura que llegó a sus vidas como un ángel, nunca se enojaba y no era caprichosa.

“Era mi quinto nieto y era la única mujer. Fue una hija más que Dios nos dio y pues la recuerdo con grato cariño y amor porque fue un ángel que vino a nuestras vidas a alegrárnoslas. Nunca la vi enojada, no fue una niña caprichosa, siempre muy amorosa”, compartió.

El día de su muerte, comparte su abuelita con los ojos llenos de lágrimas, sintió un dolor “como si le hubieran arrancado un brazo”.

“Fue como si me hubieran arrancado un brazo. Me dolió mucho pero con el tiempo he aprendido que nosotros no somos eternos en esta tierra. No hay una resignación para nosotros. No está muerta, sigue viva, su amor de ella para nosotros fue incondicional, siempre seguirá viviendo en nuestros corazones”, agregó.

Finalmente su mamá de Regis aseguró que la pérdida de un hijo nunca se supera, se enseña a vivir con ese dolor.

“Una pérdida de un hijo nunca se supera. Aprendes a vivir con el dolor, se vuelve una fortaleza y sabes que con Dios todo se puede”.

MCMH

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