Guanajuato.- En Guanajuato hay 2 mil 127 personas extranjeras de 58 países que cuentan con la tarjeta de residente permanente para vivir en la entidad, y que se alistan para celebrar la Navidad lejos de casa.
El 85 %, es decir, mil 808, son originarios de países de América, el resto de naciones de los otros continentes.
Lo anterior, según datos del Instituto Nacional de Migración, donde también se precisó que en el estado radican de forma temporal mil 876 personas extranjeras.
Igualmente, informaron que entre enero y noviembre del año en curso, 61 extranjeros renovaron la tarjeta de residente permanente en Guanajuato, y dos mil 201 renovaron la tarjeta para poder residir de forma temporal.
Una cena muy chilena y con un amor mexicano
Pedro González, originario de Santiago de Chile, lleva viviendo en León casi 11 años, en los que aprendió muchas cosas sobre la cultura mexicana.
Su esposa es de León, y el choque de las dos culturas le es muy raro en algunas cosas, por ejemplo, la Navidad.
La Navidad en Chile es diferente, ya que al llegar la medianoche los niños abren los regalos, en México en algunos casos esperan al día siguiente para poder abrirlos.
“(En Chile) Son las dos de la mañana y los niños están jugando en la calle, están despiertos, hay fiestas en las casas”, dijo Pedro, además detalló que ellos no festejan los Reyes.
A pesar de tener tantos años en México, Pedro contó que mezclan ciertas cosas de Chile y de México, como el tema de los regalos, a la medianoche le avisan a su hijo que ya llegó Santa para que pueda abrir sus presentes.
“En la comida, bueno, hacemos ahí una mezcla, acá es muy importante el pavo o romeritos, y por lo normal aquí lo hacemos a la chilena, les gusta mucho cómo preparo la carne, entonces yo soy el encargado de hacer la cena familiar y lo hacemos muy a la chilena”, comentó.
Además, dijo que adoptó algunas costumbres de aquí, como ir a Chapala con la familia de su esposa que pasan todas las Navidades allá, y poco a poco junto con su cónyuge han hecho un equilibrio en cuestión de las costumbres.
Celebran sintiéndose leoneses
La nostalgia y los recuerdos de las Navidades pasadas se avivan aún más para Jorge y su esposa Ada Esterlina, quienes pasarán su tercera Navidad lejos de El Salvador, su país de origen, que se vieron en la necesidad de dejar hace más de dos años.
Por tercera ocasión, en su mesa no habrá tamales de pato o el tradicional “gallo a la chicha”, platillos típicos de los salvadoreños para cenar en Nochebuena.
“Siempre llega la nostalgia y el recuerdo, porque en su país para Navidad uno se reúne con la familia o va a visitar al amigo o al vecino, y siempre llegan los recuerdos, y pensar que a esa hora iba a donde mi amiga y ahora ya no.
“Pero también nos pone contentos celebrar otra Navidad y Año Nuevo porque hay otros retos que enfrentar, en eso pensamos cada día y estamos contentos y agradecidos con Dios de estar aquí en León”, expresó Ada.
Jorge confesó que lo que más extraña de la Navidad en su tierra es estar con toda la familia, bailar y la alegría total, que también se caracteriza por la quema de cuetes.
“También es tradición que el 24 de diciembre hay Misa de Gallo a las 12 de la noche en todas las iglesias, es una tradición que se hace por el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, y el 25 hay fiestas muy tradicionales como la fiesta del nacimiento de Jesús a través de simulaciones”, platicó.
El salvadoreño compartió que para esta Navidad, que celebrará junto con su hijo de 17 años, su esposa y su suegra que está de visita en León, planea hacer una comida sencilla y salir a caminar al Centro Histórico.
“Todavía no sabemos qué, pero será una cena sencilla porque como estamos trabajando en Luztopía y nada más vamos a tener libres los días 24 y 31 de diciembre, y en Navidad y Año Nuevo vamos a estar aquí al servicio de los leoneses.
“La noche del 24 será un poco nada más de ir al Centro de León y ver cómo festejan aquí, ahora que ya estamos más integrados en la sociedad queremos conocer mucho más”, mencionó.
El matrimonio salvadoreño ha participado con la venta de las famosas pupusas en la Feria de León y en el Festival de las Naciones, alimento que, a decir de Ada, los leoneses ya bautizaron como la “gordita salvadoreña”.
“Son de masa de maíz que rellenamos con guiso como picadillo, chicharrón o frijoles y siempre llevan queso, muchos la comparan con las gorditas de masa que hacen aquí en México, y ya le pusieron la ‘gordita salvadoreña’.
“Son diferentes modos de prepararla y también ofrecemos tajaditas de plátano. Las pupusas son el platillo más famoso de El Salvador, es como en México, que en cualquier esquina se encuentra el puesto de tacos, y allá la gente saca su mesita y vende las pupusas”, contó Ada.
Finalmente, la pareja recordó que antes de León llegaron primero a Tapachula, en Chiapas, donde estuvieron un año y, posteriormente, el destino los trajo a la capital mundial del calzado.
“No teníamos ni idea de para dónde veníamos, pero estamos agradecidos y contentos porque estamos en una gran ciudad. Nos sentimos ya leoneses”, expresaron felices pero con nostalgia.
Una nueva vida y nuevas tradiciones
Patricia Horita y su familia celebran la Navidad con alimentos orientales. Aunque ya tienen muchos años viviendo en León, les agrada mantener las tradiciones de Japón.
Después de la Segunda Guerra Mundial la familia Horita llegó en barco a Chiapas como refugiados.
“En busca de una nueva vida y mejores opciones de estudio fue como ahora estamos en León, pero llegamos con mis papás Tsuneki y Fusae”, compartió Patricia.
Aunque en Japón no se acostumbra el arrullo del Niño Dios, actualmente han agregado esta tradición, ya que varios integrantes de la familia se han casado con mexicanos.
“Todos en la familia ponen su granito de arena, preparamos sushi para cenar y a veces otros platillos, unos pican verdura, otros carne, pero todos lo preparamos”, agregó.
No han cambiado sus alimentos por el pavo o la pierna, con la intención de conservar sus tradiciones y heredarlas a sus nietos, nueras y yernos.
Aunque Patricia Horita dijo que se reúne la familia más cercana, esta cifra ya abarca a siete familias por las relaciones que sus hijos Issac, César y Nancy ya han hecho con leoneses, con quienes ya tienen hijos.
“Es algo bonito, aunque en Japón es otra religión, aquí ya vamos haciendo el arrullo y dar regalos, pero solo es lo básico como abrigos, es algo tranquilo”, finalizó.
MCMH