El ataque con explosivos del 29 de junio contra agentes de la Guardia Nacional fue un suceso sin precedentes.

Guanajuato. – Junio fue también el mes del año en que asesinaron a más agentes de seguridad pública.

Fueron 12 oficiales, siete mujeres y cinco hombres, ocho de los cuales en Celaya.

En el año han sido asesinados 37 agentes de seguridad, la tercera parte de ellos el mes pasado.

El primer día de junio, el oficial de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE), Antonio Gaytán, fue asesinado junto a su patrulla en el libramiento sur de Juventino Rosas. 

El 8 de junio fue asesinada la policía Julia Huerta Reyes en su casa en el fraccionamiento Tierra Nueva, en Irapuato; también fue secuestrado su esposo, ex elemento de la Policía Municipal, quien apareció torturado y muerto.

El día 11 un policía auxiliar fue asesinado en su día de descanso en la colonia Paseo del Campestre de Celaya

Un día después, la oficial de la Policía Municipal Diana Berenice, de 36 años, fue asesinada a balazos cuando se dirigía a su casa luego de terminar su turno, en Purísima del Rincón.

Los ataques contra elementos policiacos en Celaya se multiplicaron desde el 14 de junio.

Ese día murió en el hospital una mujer policía atacada a balazos en la colonia Ejidal.

También el 14, la agente de la Policía Auxiliar, Fernanda, fue atacada a balazos en la colonia Santa Rita. Horas después murió en un hospital. 

El 24 de junio hombres armados entraron a la casa de la policía Adriana Mireya y la mataron a balazos. Estaba por entrar a su turno.

La oficial María, de la Policía Municipal Auxiliar, fue asesinada en la caseta del Centro de Integración Juvenil el 27 de junio.

También ese día por la noche, un policía muerto y otro lesionado fue el resultado de un ataque contra los oficiales cuando cenaban en un puesto de tacos en la colonia Los Olivos, en el mismo municipio. 

El 28 junio murió el policía herido en el puesto de tacos. 

En medio de los ataques, con sus agentes bajo el fuego del crimen organizado, el secretario de Seguridad Pública de Celaya, Jesús Rivera Peralta, dijo a los medios que la desgracia del puesto de tacos había sido producto del descuido de las propias víctimas.

Al día siguiente, el 29 de junio, murió en el hospital un agente de la Guardia Nacional luego de salir lesionado por el estallido de un coche bomba puesto en El Sauz de Villaseñor, en Celaya.

Es decir, en dos días se produjeron dos episodios sin precedentes: el asesinato de tres oficiales en una sola jornada y un atentado explosivo contra agentes de seguridad, todo en Celaya.

Y hubo dos masacres

Ocho personas fueron asesinadas en dos masacres en junio.

El jueves 15 de junio, un grupo armado llegó a una casa de la colonia Misión de Chichimecas de Arriba y masacró a cuatro hombres, en San Luis de la Paz.

Y tres hombres más fueron asesinados a balazos el 20 de junio en una carpintería de la comunidad San Pedro Tenango, en Apaseo el Grande. 

Policías municipales realizaron una persecución contra los asesinos y en el intercambio de balas que se produjo, resultó muerto un motociclista ajeno al enfrentamiento.

GT

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