Héctor Manuel Sánchez López, jefe del Servicio de Nefro Urología y Trasplante del HRAEB.

Guanajuato.- En México, el tumor maligno de la próstata es el cáncer número uno por el que fallecen los hombres mayores de 60 años, con una tasa de mortalidad de 99.27 defunciones por cada 100 mil habitantes

A nivel nacional, los tumores malignos son la tercera causa de defunción en hombres a partir de los 55 años en adelante, entre estos el de próstata; mientras que en Guanajuato los tumores malignos son la cuarta causa de muerte en hombres. 

Lo anterior, según datos de los principales indicadores sobre la mortalidad en la población mexicana publicados en las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) 2022 de Inegi. 

Mientras que el diputado federal Éctor Jaime Ramírez Barba afirmó que en Guanajuato en 2022 el cáncer de próstata representó el 17% de las muertes por cáncer en hombres mayores de 40 años.

El cáncer de próstata continúa siendo una amenaza significativa para la salud de los hombres, particularmente en Guanajuato, donde la carga de esta enfermedad ha aumentado en las últimas décadas”, detalló en su columna más reciente publicada en AM.

“La tendencia continúa al alza, con una incidencia de 23.4 por cada 100 mil hombres en Guanajuato, destacándose como una de las entidades con mayores tasas de mortalidad por esta causa”.

La atención en el HRAEB

En el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB), al año se atienden entre 150 y 250 referencias por diagnóstico de cáncer de próstata, cifra que se ha mantenido. 

La mayoría de los pacientes tienen entre 65 y 75 años y más de la mitad llegan en una etapa avanzada; la edad promedio a nivel mundial es de 67 años. 

En entrevista con AM, Héctor Manuel Sánchez López, jefe del Servicio de Nefro Urología y Trasplante del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB) destacó la importancia de la detección temprana del cáncer de próstata. 

Podemos encontrarlo en etapas tempranas y podemos incluso curar a los pacientes con cáncer de próstata, si lo encontramos demasiado tarde ya no los podemos curar y solo los podemos controlar. 

“Para el cáncer de próstata no hay algo que podamos hacer de manera inmediata, es decir, no hay una dieta que nos evite tener cáncer de próstata, no hay una pastilla que nos prevenga la aparición de esta enfermedad”, afirmó. 

Es por ello que resaltó la necesidad de la detección temprana que consiste en visitar al urólogo para identificar riesgos de desarrollar la enfermedad, como antecedentes familiares, parientes como papá, tíos o hermanos que hayan tenido cáncer de próstata, pues estos hombres tienen un factor agregado de mayor riesgo. 

El médico realizará al paciente un tacto rectal y solicitará un antígeno prostático en sangre, que es una prueba muy económica que se hace en todas las instituciones públicas de salud y en laboratorios privados por un costo promedio de entre 200 y 300 pesos. 

Con estas cosas tan sencillas podemos tener una captación de pacientes con riesgo temprano a desarrollar cáncer de próstata”, subrayó. 

¿Cuándo acudir al urólogo? 

Héctor Manuel Sánchez enfatizó que todos los hombres a partir de los 45 años deben visitar al urólogo una vez al año, sin embargo reconoció que actualmente persisten estigmas que evitan que los hombres se realicen revisiones médicas periódicas. 

“Hay quienes dicen, yo no voy al urólogo porque voy a perder la hombría, la verdad es que es más hombre el que se hace consciente de que esto pone en riesgo su vida, que aquel que inventa mitos y con eso hace que la gente no vaya a una detección temprana. 

Es más hombre el que es responsable de su familia, que se sabe dueño de su propia salud y de su vida y responsablemente acude a una detección temprana”, destacó. 

Reportan tres mil tumores benignos 

Sánchez López explicó que hay tres principales enfermedades de la próstata: una es la hiperplasia, que es un crecimiento de la próstata que genera obstrucción en la forma de orinar, pero aclaró que esos pacientes no tienen cáncer, son tumores benignos.

La segunda es la prostatitis, que es una infección de la glándula prostática que ocasiona síntomas como ardor al orinar, dolor, fiebre y malestar general y la tercera es el cáncer de próstata.

Las primeras etapas de este cáncer no presenta síntomas, el paciente orina bien y no le duele nada. Cuando ya empieza a haber dolor, sangrado al orinar o no puede orinar, el cáncer puede estar muy avanzado”, advirtió. 

Sobre la detección de hiperplasia de próstata (tumores benignos) entre el 1 de enero y el 5 de octubre de 2024, en Guanajuato se han reportado 2 mil 947 casos, el año pasado cerró con 4 mil 162, según datos del Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud federal. 

Los tratamientos 

En la etapa inicial de este tipo de cáncer, cuando solo está localizado en la próstata, se puede hacer una cirugía o realizar radioterapia. 

En etapas avanzadas el tratamiento consiste en bloquear la producción de testosterona que es lo que “come” el tumor y esto se puede lograr con una cirugía para extirpar los testículos. 

Otra alternativa es poner una inyección alrededor del ombligo cada cierto tiempo para suprimir la testosterona para controlar la enfermedad, el bloqueo de esta hormona se tiene que hacer durante el resto de la vida del paciente en etapa avanzada. 

Cuando el cáncer ha salido de la próstata y se ha ido a otros lados del cuerpo como a los huesos, los ganglios y el hígado, la posibilidad de sobrevivir es menor. La Guía Europea indica que detectan el 7% de su población en etapa avanzada, es decir, que 93% lo detectan en etapa temprana. 

“Para México ese 7% es 40%, porque no tenemos una cultura de salud, de revisiones médicas periódicas y de realizarnos pruebas de rutina como el antígeno prostático”, apuntó el especialista  del HRAEB. 

Impacto en la vida sexual masculina 

Héctor Manuel Sánchez explicó que el cáncer como tal no ocasiona disfunción eréctil, sin embargo los tratamientos sí llegan a provocar problemas. 

Quitar esta hormona en los hombres produce algo similar a la menopausia que afecta a las mujeres. Esto les genera bochornos, deficiencias en la salud ósea y obesidad, también aparece disfunción eréctil y falta de líbido. 

“Hay criterios oncológicos que dicen que lo primero que hay que hacer es preservar la vida y por hacerlo podemos sacrificar la función de algunos órganos, por ejemplo, la función sexual”. 

Finalmente, Sánchez hizo un llamado a los hombres a no tener miedo de ir al urólogo y de ser responsables del autocuidado de su salud. 

Los síntomas: 

  • Flujo de orina débil o interrumpido.
  • Ganas repentinas de orinar y aumento de la frecuencia. 
  • Dolor o ardor al orinar. 
  • Presencia de sangre en la orina o el semen. 
  • Dolor de espalda, las caderas o la pelvis, que no desaparece. 

Recomendaciones: 

  • Visitar al urólogo una vez al año a partir de los 45 años.
  • Disminuir el consumo de carnes rojas o productos lácteos. 
  • Mantener un peso saludable. 
  • Aumentar el consumo de vegetales como frutas y verduras.

AAK

 

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