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La actual administración hidalguense le pone un eslabón más a su cadena de tropiezos sanitarios, como eso de regresar a clases virtuales a 11 municipios, pero mantener vigentes los conciertos y demás espectáculos masivos en lugares cerrados, luego de haber negado insistentemente que existiera esta quinta ola de contagios y de minimizar los nuevos casos registrados entre menores.
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Ahora que entre a Hidalgo el llamado gobierno del cambio, sería interesante ver entre las ofrendas transexenales al secretario de Salud, Alejandro Efraín Benítez, quien el lunes pasado no quiso dar la cara en el anuncio del retorno parcial a las clases virtuales y permitió al subsecretario de Administración y Finanzas de su dependencia, Ignacio Valdez Benítez, hacer y deshacer a voluntad.
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Y sobre el traspaso sexenal, está anunciada para este miércoles una reunión donde serán presentados los equipos de transición, por parte del actual gobierno obligadamente estarán los secretarios de Finanzas Jessica Blancas, la del lío con Accendo, y el de Contraloría César Mora, al que le tuvieron que contratar una empresa para los libros blancos. Por los nuevos, quien esté ¿no irá al gabinete?
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Está bien que el Poder Judicial en Hidalgo es un desastre total, pero antes de que sea removida del cargo como magistrada presidenta, Yanet Herrera Meneses debería ordenar una supervisión en el distrito judicial de Actopan, donde dan entrada a documentos con firmas burdamente falsificadas. Está bien que esta persona no infunde respeto, pero al menos para despedirse con dignidad.
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Y en aquello de tomar nuevos aires, parece que el destino del aún gobernador de Hidalgo Omar Fayad efectivamente no será una embajada o un consulado, pues lo sacaría de la jugada, tampoco la presidencia nacional del PRI, donde se perfila el senador hidalguense Miguel Osorio Chong, así que su pista de aterrizaje podría ser alguna de las dependencias federales que quedarán acéfalas.
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