Monterrey, Nuevo León, vive una crisis de agua que no sufría de tal forma en décadas y en vez de mejorar se agrava cada día. El padecer regio es también alerta insoslayable para gran parte del país; la Comisión Nacional del Agua (Conagua) advirtió que 11 estados se encuentran en algún grado de emergencia por la falta del recurso y haríamos bien en preocuparnos un poco más por el futuro de los recursos.

Ante el panorama poco esperanzador entre lo más recurrido es apelar a la conciencia y responsabilidad individual de mexicanas y mexicanos, entonces tenemos recomendaciones de autoridades y del vecino: es que necesitan bañarse en cinco minutos y lavar el carro con cubeta, también reciclen toda el agua que puedan porque ya no estamos para el desperdicio. 

Aunque todo lo anterior y otras medidas de racionamiento y uso responsable en casa tienen algún grado de utilidad, especialmente si se convierten en hábitos generalizados, el consumo personal de agua palidece frente a las prácticas agrícolas e industriales que son las que, por mucho, ocupan mayores volúmenes de agua.

Según una publicación de la Gaceta UNAM con datos de 2018, la ONU indica que a nivel mundial es la agricultura la actividad que ocupa mayor cantidad de agua con 70 por ciento del total consumido, mientras que la industria utiliza 22 por ciento y el consumo doméstico representa solo ocho por ciento.

En su mañanera de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a empresas cerveceras y refresqueras a detener temporalmente su producción para priorizar el uso doméstico de agua potable en Monterrey porque la situación está cada vez peor. La petición, como todo lo que dice el caudillo transformador, dividió respuestas entre aplausos y mentadas de madre.  

De acuerdo con una nota del diario El Financiero, el año pasado compañías refresqueras y cerveceras en México utilizaron 71 mil 186.8 millones de litros de agua para producir 33 mil 420.7 millones de litros de sus productos en conjunto. Según lo referido arriba, aunque la industria no sea la que más consume agua, sus volúmenes son nada despreciables, especialmente en momentos de crisis como el actual, además que son las autoridades las que concesionan el recurso a dichas empresas para su explotación.

Por supuesto, afectar a las empresas impactaría la economía nacional, además que, como le respondieron algunas personas al presidente: las empresas no son hermanas de la caridad, y es cierto, pues su prioridad no es la población, sino las ganancias. No obstante, es urgente hallar soluciones tanto a largo plazo para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir o que se extiendan a otros sitios de la República, como en la inmediatez: la población en Monterrey necesita agua hoy, no en un lapso de 10 a 30 años, por lo que alcanzar acuerdos con el sector empresarial puede ser fundamental para paliar la escasez.

Además, de acuerdo con la Conagua los sectores agrícolas y ganaderos son los que más agua desperdician, poco más del total del volumen que usan, principalmente por infraestructura de riego deficiente, lo cual es tremenda barbaridad.

Entonces, aunque necesario, parece que las medidas que podamos implementar en nuestra cotidianidad para disminuir el consumo individual de agua no es tanto lo que se necesita como que autoridades inviertan en la infraestructura hídrica y regulen a las empresas que cuentan con las concesiones para la explotación del recurso. 

Además, el modelo económico en el que gobiernos luchan para atraer inversiones y grandes proyectos industriales con el fin de generar empleos y alcanzar eso que acostumbran llamar “desarrollo” puede no ser la mejor opción cuando los recursos disminuyen como lo hacen ahora. Por ello ese tipo de proyectos suelen encontrar fuerte reticencia de las comunidades afectadas por el riesgo que implica el acaparamiento industrial, pensemos en la cancelación de la planta de Constellations Brands en Mexicali en 2020. 

El horno no está para bollos, decía mi madre, y si seguimos igual se va a poner peor… mucho peor.

ACLARACIÓN       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo

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