La madrugada del 3 de agosto la estación Ejército Mexicano del Tuzobús fue baleada por los tripulantes de un automóvil sobre el bulevar Felipe Ángeles. En videos captados por cámaras de seguridad se ve cuando los disparos impactan y rompen varios cristales del paradero. Debido a los daños causados el servicio fue suspendido por autoridades en dicha estación.
Sin embargo, horas después la Secretaría de Movilidad y Transporte de Hidalgo emitió un comunicado en el que señaló que por instrucciones del gobernador Omar Fayad Meneses aceleraron el proceso de rehabilitación del inmueble con el fin de afectar lo menos posible a personas usuarias del Tuzobús, por lo que alrededor de las 16:00 horas de ese mismo día las instalaciones estaban de nuevo en funcionamiento.
Hasta aquí todo bien, los daños a instalaciones públicas que utilizan miles de personas diariamente fueron reparadas con el fin (dicen) de causar el menor perjuicio a la población que las requiere; sin embargo, en otras ocasiones, específicamente durante protestas de mujeres en la capital del estado, estaciones del Tuzobús han sufrido daños y los trabajos de rehabilitación demoraron incluso varios días.
Recuerdo que en alguna ocasión luego de una protesta ya para exigir la despenalización del aborto o en demanda de justicia y alto a la violencia ejercida contra mujeres en el estado, durante la cual hubo daños a estaciones del Tuzobús en el centro de la ciudad, platicamos entre compañeros de trabajo sobre la demora en reparar los cristales rotos de los paraderos.
Supusimos que la tardanza se debía probablemente a trámites con la aseguradora y a la disponibilidad de los cristales ya que debían tener algunas especificaciones difíciles de alcanzar, por lo que consideramos que varios días de espera era un plazo entendible para sustituirlos; además que la situación ya había ocurrido antes en protestas previas, también de mujeres, y el tiempo para la reparación fue similar.
Sin embargo, esa teoría basada en nada más que el sentido común fue derribada con entusiasmo por la Semot al asegurar que gracias a la preocupación del gobernador en el caso de la estación baleada, los trabajos se aceleraron y en menos de un día el sitio ya estaba como si nada, recibiendo personas usuarias y con vidrios nuevecitos.
Como con las acciones de gobierno no puedo sino acudir a la suspicacia, me pregunto por qué razón la celeridad aplicada en el reciente atentado no fue ejercida en ocasiones anteriores, pues muchas personas se quejaron (y con razón) por los días que las estaciones dañadas durante manifestaciones permanecieron cerradas. Por supuesto, el reclamo ciudadano recayó en quienes rompieron cristales y pintaron paredes: las mujeres; mientras que el gobierno parece que no tuvo tanta preocupación aquellas veces por la población afectada.
La diferencia de atención y respuesta al daño de instalaciones públicas no fue solo en la velocidad para reponer vidrios rotos, pues como bien me recordó una amiga, balear cristales no mereció reprimenda moral (muy lamentable) por parte de funcionarios de gobierno como sucedió en marzo de 2021, cuando tras la manifestación de mujeres en Pachuca y las pintas que hicieron en edificios públicos, la secretaria de Finanzas Jessica Blancas Hidalgo apareció en redes sociales muy arreglada mientras (hacía que) pintaba los rayones en las paredes.
La publicación que acompañaba su fotografía calificaba las protestas como vandalismo, cínicamente reprochaba que por gastar en las reparaciones no habría dinero para medicamentos ni ventiladores destinados a pacientes con COVID-19 y aseguraba que en Hidalgo las mujeres se manifiestan pacíficamente. Tras la tunda que recibió Jessica Blancas en los comentarios la publicación fue retirada (demos gracias que hay capturas de pantalla).
Supongo que pintar una pared o romper vidrios con la exigencia de justicia ante la persistente violencia contra mujeres es mayor ofensa que balear sin motivo alguno un inmueble público. ¿O cómo ven?
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo