La caída de Ariana Itzel Duarte Martínez seguramente tendrá efectos colaterales, principalmente entre las y los jueces que nombró arbitrariamente, pues nunca concursaron las plazas de las que deberían comenzar a despedirse.

Ellas y ellos son: Octavio Romero Contreras en Huichapan, Nohemí Sánchez Molina en Huejutla, Emmanuel Otamendi Hernández en Pachuca, Salatiel Barbosa García en Actopan y María Soledad Quintanar Moctezuma en Tulancingo.

La casi exsecretaria general del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Hidalgo, quien fuera la mujer fuerte del Poder Judicial, más allá de las presidentas en turno, arrastrará con ella a sus amigos, quienes no tienen de dónde sujetarse.

Al interior de la instancia se afirma que a estos juzgadores les asignaba asuntos por encargo y durante las audiencias cometían muchos atropellos, que resolvían incluso contra la jurisprudencia en un símil de “La ley de Herodes”.  

La justificación a su actuación despótica es que para eso son jueces, aunque con ese proceder queda claro que el principio de seguridad jurídica no es lo suyo, quizá porque no lo conocen, con eso de que no presentaron examen.

Así que quien presida el TSJ, toda vez que Yanet Herrera Meneses no completará su periodo, deberá analizar la manera en que fueron seleccionados los jueces, ejercicio que delataría también a Isela Rubid Barrera Mendoza en Tula.

Ya desde el 26 de octubre de 2020 este espacio dio a conocer la inconformidad de unos sustentantes que acusaron irregularidades en la selección de juzgadores del Sistema Penal Acusatorio y Oral, donde se beneficiaron otras dos amigas.

Areli Sánchez Lazcano y Rosa María López Aguilar incumplieron requisitos, la primera no habría presentado exámenes y la segunda no conseguiría acreditarlos, según la versión de los quejosos que señalaron a Duarte Martínez.

Aunque debía presentarse como jueza en Atotonilco El Grande desde el pasado martes 16 de agosto, Ariana Itzel consiguió permanecer una quincena más como secretaria general del TSJ, donde lanza sus patadas de ahogada.

ALFA SOLUCIONES, ¿MOCHADA?

La funcionaria que desde 2020 presumía que sería magistrada y que estuvo a punto de lograrlo el mes pasado, pero ahora tristemente será jueza en Atotonilco El Grande, tiene aún más problemas qué resolver, como la millonaria facturación a la empresa Alfa Soluciones, que ofreció un sistema llamado NOI para el cálculo de la nómina, que se pagó a insistencia de Ariana Itzel Duarte Martínez y que simplemente no sirvió. Fue su idea, convenció a la presidenta en turno y buscó a todas luces que se pagaran millones de pesos a esa empresa, ¿a cambio de qué?

ACLARACIÓN       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *