Para empezar ¿Qué es la alienación parental? Es un síndrome, un término sin base científica que encubre el maltrato infantil.
Es la clara intromisión o interferencia parental que termina por destruir el vínculo afectivo entre uno de los progenitores y sus hijos.
Afecta la vida de la otra persona y de los hijos y es muy difícil de comprobar y tan delicado como la mentira, no reconocido hasta ahora, por la Organización Mundial de la Salud ni la Asociación Americana de Psicología y con un rigor científico cuestionado.
No se vale utilizar a los hijos como si ellos no sintieran o no tuvieran corazón, mas bien un verdadero padre o madre cuida que ni el viento los despeine.
Todos los niños tienen derecho de vivir un sano desarrollo mental, un feliz disfrute de sus emociones positivas y un aprendizaje para el control de las que no lo son y para ello, ser padre o madre, también es prepararse para educar.
Pienso que unos de los factores que podrían originar el desarrollo de este síndrome en cualquiera de los padres, es la afectación en la infancia por las carencias emocionales vividas y sufridas en esa etapa y que al no ser tratadas, generan patrones de conducta que se heredan o se insertan en la descendencia.
Ser padre o madre no te da el derecho de perjudicar a tu hijo.
Tú, en el fondo crees que le haces daño a tu ex o a tu cónyuge, pero, en realidad estas pasando por encima de los sentimientos de tus hijos y su sana formación como seres humanos.
Se trata de hacer un sacrificio, el sacrificio de amar sin condición, pues como adulto no debes de ver a tu ex pareja como el objetivo de descarga de tus frustraciones impactando a tus hijos con un daño que puede ser irreversible y sí fija tu mirada en tus hijos y su necesidad de ambos padres, de la familia completa como fue diseñada para la correcta formación de ellos.
Si no fuiste feliz, lucha por ello, pero deja que tus hijos lo sean, lucha por convertirte desde tus carencias y su tratamiento en la mejor versión de ti.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo