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En menos de dos años el presidente de Mixquiahuala José Ramón Amieva va por su tercera jefa policiaca, ya que Cinthya Yesenia de Santiago, conocida solamente por establecer un bar y su relación con Uriel Moreno, fue relevada por Adriana Yamileth Salazar, quien estuvo al mando de la policía en Pachuca, pero fue despedida por Sergio Baños tras denunciar los fraudes del ayuntamiento.

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Otro que se fue, más bien lo fueron por ser una piedra en el zapato, es Enrique Enciso, quien trabajaba en la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) y ahora sí que por allá todavía no les llegan los vientos de cambio, aunque en ediciones anteriores se mencionó su proclividad a sacar limpiecitas las revisiones de algunos presidentes municipales, falta que coincidan alguno de los 13.

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Se había cuestionado ya qué tan enfermo estaría Cipriano Charrez como para estar más enfocado en convocar a sus huestes que en acatar la prisión domiciliaria y resulta que efectivamente encabezó un mitin multitudinario acompañado de la diputada local de Morena, Lisset Marcelino y otras luminarias transformadoras, a lo que el graderío le reprocha a quienes lo sacaron del bote, ¿y el arraigo?

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Parece que la historia va más o menos así: hubo un accidente de tránsito en el centro de la Ciudad de México y de un auto involucrado bajaron una mujer que dijo ser diputada federal perredista y un hombre que tras el “no saben con quién se meten” aseguró ser asesor del legislador hidalguense del sol azteca, Héctor Chávez, el que lleva solo tres iniciativas y que dice desconocer al señalado. 

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Salió arbitraria la directora de Comercio y Abasto de Pachuca, Alma Tovar, pues fue quien llamó a los policías para intimidar a los vendedores y evitar que se instalaran en el tianguis del jardín de Arte, pero cuando vio que la prensa cubría el acontecimiento se subió a su coche y huyó. Se afirma que esta funcionaria trabaja en lo oscurito porque su antecesor, Pedro Solares, sigue por ahí.

ACLARACIÓN
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