La remasterizada mujer fuerte del Tribunal Superior de Justicia en Hidalgo (TSJH), Ariana Itzel Duarte Martínez es señalada de filtrar información al exsecretario de Gobierno, Simón Vargas Aguilar, como sucedió recientemente.

Hubo una cita entre la presidenta del TSJH Rebeca Aladro, la subprocuradora de Procedimientos Penales región poniente Julia Granados, el secretario de Gobierno Guillermo Olivares y Ariana Itzel, quien de inmediato pasó tarjeta.

El tema predominante fue la investigación que desarrollan para intentar fincar responsabilidades al excontralor estatal, César Román Mora, en lo que sin ingenio alguno la actual administración quiere rubricar “estafa siniestra”.

La reunión tuvo lugar en palacio de gobierno, en Pachuca, y una vez concluida, Ariana Itzel Duarte Martínez se comunicó vía telefónica con Simón Vargas Aguilar para comentarle los pormenores, así que mejor informado, imposible. 

Este tipo de descuidos por la parte acusadora, de permitir la participación de la siempre poderosa secretaria general del TSJH y el consecuente alertamiento del caso a los implicados, ya no se entiende si es torpeza o adrede.

Por torpeza, pues pecan de ingenuos al integrar a esta funcionaria en el tema, así que luego no se quejen cuando se les “caigan” sus acusaciones o adrede precisamente para que no se llegue a nada y todo se quede en alaraca.

Y como parece que en Hidalgo absolutamente nadie más sabe sobre derecho penal, tienen que correr el riesgo de mantener a Duarte Martínez en este tipo de asuntos, aunque les avise “a los malos” hasta con lujo de detalles.

En cuanto a César Román Mora, ese que amaga con demandar periodistas cuando le recapitulan la estela de corrupción que lo persigue desde el Estado de México, parece que nuevamente limpió bien sus huellas y saldrá bien librado.

¿Y EL PRESUPUESTO?

En estos dos meses de gestión, queda manifiesto que la actual administración de Hidalgo necesita de la pasada para subsistir, al menos y esperemos que así sea, mientras conforma algún plan estatal de desarrollo, pues corre el riesgo de prolongarse como ocurre con Andrés Manuel López Obrador, que para encubrir la falta de crecimiento económico nacional se la pasa en batallas contra enemigos imaginarios, que cumplen la función de distractores mientras consolida su dictadura. Por cierto, ¿puede haber proyecto de presupuesto sin plan estatal?

 

ACLARACIÓN       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo

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