La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), Ana Karen Parra Bonilla soslaya que se trata de una institución pública regida por normas jurídicas, cuyo desacato deriva incluso en destitución.

Ensoberbecida, confundida y confrontada con trabajadores y activistas, la novel servidora pública prefirió fotografiarse en la playa en lugar de ir a trabajar, pues dispuso de una semana de diciembre, cuando todavía no tiene ese derecho. 

Apenas el 29 de julio de 2022 asumió como presidenta de la CDHEH, pero hasta el personal que llegó con ella ha renunciado, como el efímero secretario ejecutivo, Óscar Chargoy Rodríguez, quien prefirió retirarse “por motivos de salud”.  

Con su ausencia laboral, Parra Bonilla parece burlarse del artículo 150 de la Constitución Política de Hidalgo, que incluye también a directivos de organismos públicos autónomos y descentralizados como sujetos de juicio político.

Lo anterior, por acciones u omisiones indebidas que perjudiquen los intereses públicos fundamentales y que pueden sancionarse con destitución o inhabilitación para desempeñar cualquier otro encargo dentro del servicio público.  

Y si su salida fácil es que el aparato de gobierno descansa hasta tres semanas en época decembrina, las personas que no han cumplido el año laboralmente tienen que quedarse de guardia y Ana Karen no tendría por qué ser excepción.

Para haber dispuesto de un derecho que todavía no le corresponde, de acuerdo al reglamento interno, durante su ausencia debió dejar encargada a la primera visitadora, pero en una ilegalidad más, aún puede fabricar el documento.  

Además, como cualquier trabajadora, tres días de ausencia no justificada ameritan la baja laboral, veremos si la Contraloría interna se atreve a cumplir su función y le inicia un procedimiento de responsabilidad conforme a la legislación.

Por cierto, otro motivo de juicio político, según el mismo artículo constitucional, son las violaciones graves a los derechos humanos y, paradójicamente, dirigirse con palabras altisonantes al personal de la CDHEH, suena a causal dé. 

¿CONTUBERNIO?

Sin embargo, la contralora interna, Heidi Bautista Martínez, impulsada por la mayoría legislativa de Morena, ignorante confesa del cargo y quien alardea que su designación fue producto de un favor, lejos de frenar este tipo de conductas está en contubernio con Ana Karen, incluso negociaron la salida de personal que recién había llegado, pero que administrativamente resultó estorbar por no prestarse a sus enjuagues, así que el contralor estatal, Álvaro Bardales, a quien le exigen ya resultados desde palacio de gobierno, debería asomarse antes de que le estalle.

ACLARACIÓN       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo

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