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Tardía y poco creativa se muestra la secretaria de Desarrollo Social en Hidalgo, Simey Olvera, al tratar de abrir la caja china para lavarse la cara y distraer que está en la antesala de causar baja del gabinete. Acusar que encontró corrupción en su dependencia es una muletilla muy masticada ya, incluso hasta llegar al absurdo, así que como salida mediática a sus escándalos es algo muy flaco.
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Otro al que ya no le alcanza lo que trae es el depuesto líder del sindicato de los burócratas del Poder Ejecutivo de Hidalgo, Víctor Licona, pues al intentar mostrar el músculo solo evidenció que el grueso de sus seguidores es personal jubilado y ese ya ni siquiera vota. El exdirigente señala uso de las instituciones para transgredir la vida sindical y quizá, pero el hecho es que se le acabó el 20.
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¡Qué bonita familia! Mientras el alcalde de Cuautepec Manolo Rivera es, en el mejor de los casos, solo un espectador de la descomposición social del municipio que lo contrató como gobernante, su hijo, el director de Reglamentos de Tulancingo, Jorge Emmanuel Rivera, se la pasa comiendo dedos de queso en horario laboral, con uniforme y de paso, ¿promoviendo el establecimiento?
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El incendiario David Reyes Santamaría, aquel que mantuvo tomada la alcaldía de Atitalaquia cuando le revocaron el triunfo y que luego fue diputado local por el Partido Acción Nacional (PAN), instituto al que renunció en mayo pasado, será el nuevo visitador de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) en lugar de Joselyn Martínez, que duró dos meses y medio.
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Al personal del Poder Ejecutivo de Hidalgo le demoraron su depósito en su tarjeta de vales, el cual comenzó a reflejarse hasta ayer miércoles 1 de febrero a partir de las 13:00 horas, que por un proceso de migración, lo cual tenía ya nerviosos a unos cuantos asalariados, que sintieron la quincena más larga que la cuaresma, quizá se deba a que exista ya nuevo proveedor de esos servicios.
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