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En temas de la zona metropolitana de Pachuca, los bloqueos ciudadanos a diversas vialidades para protestar contra la Caasim por la falta de agua potable se han convertido ya en un problema social que raya en ingobernabilidad, aunque se le quiera minimizar, donde las autoridades municipales, como la capitalina, evita asomar la nariz y la dependencia estatal solo recurre a maromas.
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Y ya en el plano educativo, trabajadores de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) se preguntan si Pablo Moreno Calva y su fiel compinche Rubén Curiel Carrasco seguirán tan campantes por la vida gozando de la impunidad y sin resentir el precio de la vida, pues además de lo robado, resulta que Moreno Calva tiene una plaza de investigador normalista, la más alta en ese nivel.
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Abogados que algo saben de derechos humanos, afirman que la CDHEH cometió una “marranada” contra Itzel Gallardo Vital, a quien dicho organismo bateó con el pretexto de apelar al artículo 71 de la ley en la materia, pero sin justificar por qué considera que este asunto le puede generar a la Comisión una lesión a su autoridad moral o su autonomía. Solamente se hunde más a cada paso.
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Aunque desde mayo de 2022 le fue renovocada la patente como notario público 8 de Pachuca a Carlos Fernando Licona Rivemar, por graves anomalías, muchos usuarios desconocen esta situación y acuden todavía a tratar sus asuntos, pero “atendidos” por Zue Montiel Chávez, quien se dirige hasta con groserías, sin que el Colegio de Notarios o la autoridad correspondiente les ponga un manotazo.
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Resulta que algunos integrantes del gabinete estatal son muy populares en redes sociales, no importa si sus publicaciones son simples ocurrencias, como pasa con el secretario de Educación Natividad Castrejón, quien antes recibía de 20 a 30 “Me Gusta” y desde que detenta el poder suma hasta 2 mil 600 corazones. Ojalá tenga presente, y sus compañeros también, que no es carisma, es el cargo.
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