Celso Marroquín Perea nació el 29 de junio de 1916, fue hijo del coronel revolucionario Santos Marroquín Téllez jefe de la Guarnición de Tulancingo, de Bravo., Hgo.  Su jurisdicción llegaba hasta la Ceiba, Puebla. Su tropa estaba dividida en el antiguo cuartel ubicado donde ahora está la   ” Esc. Prim. Miguel Hidalgo ” y la otra parte en la Hacienda de San Francisco, Huatengo,  para evitar que lo sitiaran las fuerzas Villistas.

 El coronel Santos Marroquín Téllez era Carrancista, después Obregonista , fue amigo del General Álvaro Obregón quien estuvo dos veces en la Hacienda de San Francisco Huatengo. En el libro ” Mil leguas de Campaña ” narra  el General Obregón su estancia en Tulancingo, Hgo.

Don Celso Marroquín Perea quedó sin padre muy joven, por lo que tuvo  que trabajar en el rancho que era una fracción de la hacienda de San Francisco Huatengo, originalmente se llamó ” Rancho la Palma” en 1972 cambió el nombre por ” Rancho Los Pinos” Celso Marroquín Perea muy joven empezó a hacer negocios con gente muy mayor que él, le empezaron a decir ” Celsillo ”  después sencillo. La sencillez de Celso Marroquín  era tal, que nunca fue presumido, ni déspota, ni pretensioso.

El vehículo que manejaba para su trabajo era un VW un ” VOCHITO ” lo ocupaba de 2 a 3 años y lo cambiaba, el uso que le daba era rudo, era para trabajo intenso. El último vocho que compró fue un modelo 1993, este ” VOCHITO” lo conserva su hijo el Lic. Santos Marroquín Morato quien lo ha mantenido   impecable, cuidándolo celosamente, lo usa para echarlo a andar y para que cargue la batería. ( Las fotos que aquí incluyo son reales, actuales del ” VOCHITO”

Don Celso Marroquín Perea se levantaba muy temprano a trabajar en su rancho a las 4 de la mañana, por el año de 1970 aproximadamente puso a un encargado español, para que através de las funciones que le había delegado se hiciera cargo de muchas actividades y él ya pudiera llegar a las 6 AM.

Don Celso Marroquín  ayudó a muchas personas de manera silenciosa.  Lo conocí cuando yo tenía 19 años, me hice amigo de él, yo era un chamaquito, flaco, inquieto,  con hambre de crecer, fue tanto el afecto que me tuvo que me ayudó para comprar  una CASA. El Sr Celso Marroquín  donó el terreno del Asilo San José y parte de la construcción, le dio agua por más de 30 años. En San José no había pozo, él lo perforó para la colonia.

Me consta como Don Nicolás Melo propietario del Restaurante “ La Cabaña “ubicado en Acaxochitlán  le agradecía que por su intervención  en ese lugar había luz. Muchas más personas le daban las gracias por haberlos ayudado.

 El Sr. Celso Marroquín Perea estuvo casado con la señora Trinidad  ”  Trini ” Morato de Marroquín.

Sus hijos son:                                                                      

José Santos Marroquín Morato

Celso Marroquín Morato

Luis Alberto Marroquín Morato

Héctor Marroquín Morato

Santos Marroquín Morato fue  Presidente Municipal de Tulancingo, fue el único Alcalde que homenajeó en vida a Ricardo Garibay, lo hizo en la explanada de la Iglesia de nuestra señora de los Ángeles un  Dos de agosto día de feria en el municipio.

Don Celso Marroquín a parte de ser un inminente  ganadero y productor de leche en la región por  su ” Rancho Los pinos” también era el propietario de negocios de gasolinerías   muy  conocidas en  Tulancingo  “  La Fuente ”

Compadre de infinidad de personajes connotados y del pueblo.

De Don Celso Marroquín Perea se desató un mito,  que no fue cierto, que él en un programa de televisión había  dicho  cuando le preguntaron que si era de Tulancingo, y él contestó; “  “ No, Tulancingo es mío “  la sencillez y seriedad de Celso Marroquín Perea, no le hubiera permitido decirlo.

Don Celso era  un apasionado  de la historia, sabía cientos de anécdotas de la Municipalidad,  era un archivo, una biblioteca.

Cuando fallece en el año de 1995. Sus hijos deciden hacer un funeral sencillo ( porque así lo hubiera deseado Don Celso ) sin embargo la catedral estaba abarrotada de tantos asistentes a su misa de cuerpo presente.

ACLARACIÓN       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo

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