El Consejo Estatal Forestal de Hidalgo es un órgano de carácter consultivo y de asesoramiento para la planeación, supervisión, aprovechamiento y evaluación de políticas de conservación de los recursos forestales; recientemente la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos de Hidalgo Mónica Patricia Mixtega Trejo, encabezó la primera sesión ordinaria del 2023 donde fueron presentados los avances, resultados y registros en materia forestal de nuestro Estado; en el comité de incendios se informó que por tercer año consecutivo se han presentado elevadas temperaturas y bajas precipitaciones que propician diversas sequías, que atenúan el fuego en espacios forestales registrándose a la fecha 91 siniestros que afectaron un total de 839.24 hectáreas; en materia de Sanidad se informó sobre las estrategias de atención a la alta incidencia de plagas forestales y de las estrategias llevadas a cabo para el combate de los insectos y patógenos que provocan daños en los ecosistemas hidalguenses; en el comité de aprovechamientos y de suelo se informó sobre los programas de manejo forestal entre los que destacaron la colocación de bonos de carbono por parte de la Asociación de Silvicultores Pachuca-Tulancingo y la Asociación de Productores Forestales de la región Zacualtipán-Molango; en colaboración publicada anteriormente comente esto que sigue vigente: . . . . . .
“nuestro Estado ocupa el tercer lugar en superficie de bosques de niebla en el país y gracias a su posición privilegiada en la que se encuentra, en su región convergen la Sierra Madre Oriental, la Faja Volcánica Transmexicana y el Altiplano Mexicano; la Ley Forestal de 1986 suspendió el sistema de concesiones forestales privadas que prevaleció en México durante varios años; eso abrió el camino para que las comunidades pudieran hacerse cargo del manejo de sus bosques y crear sus propias empresas forestales; en Hidalgo, los primeros en organizarse fueron un grupo de pequeños productores del municipio de Acaxochitlán, a ellos se unieron otras comunidades y formaron la Asociación de Silvicultores de la Región Forestal Pachuca-Tulancingo A.C, entidad prestadora de servicios técnicos que hoy agrupa a 33 ejidos y 120 pequeños propietarios; así como estos ejidos fueron precursores del manejo forestal comunitario en el centro del país, fueron de los primeros en la región en ingresar al mercado de bonos de carbono, (mecanismo internacional creado para que diversos actores, sobre todo empresas, puedan compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero GEI); en el año 2021, el ejido Sabanetas ubicado en el Municipio de Singuilúcan junto con 18 ejidos más y dos pequeños propietarios, consiguieron que una empresa californiana, dedicada a la fabricación de equipos de aire acondicionado, les comprara los bonos que emitieron por la captación de dióxido de carbono (CO2) que realizan 22 mil hectáreas de bosques que estas comunidades conservan; el dinero que los ejidos obtuvieron por el primer año de venta de los bonos de carbono utilizado para la recuperación de áreas forestales dañadas por incendios, la construcción de auditorios y oficinas ejidales, así como para las labores de monitoreo y saneamiento del bosque; otros ejidos de Hidalgo además de realizar aprovechamiento maderable, ya han diversificado sus actividades; algunos cuentan con proyectos ecoturísticos, sobre todo en la región de Mineral del Monte y de Huasca. Otros, como el Nopalillo, también producen hongo blanco y laurel; estos son ejemplos de lo que podemos lograr con organización y compromiso, en el tema del Agua recuperemos lo perdido, las nuevas generaciones nos lo van a agradecer”.
Es imprescindible que a la tala clandestina y al robo de madera se les atienda con el mismo interés que a delitos de alto impacto; el daño a nuestro ecosistema es grande y ya padecemos las consecuencias; urge que se tomen acciones en todos los ámbitos para reforestar y que las áreas de seguridad combatan el tráfico, traslado y venta de madera obtenida ilegalmente con firmeza y decisión; tomemos y sumémonos a estas acciones. Hasta la próxima.