La diversidad es un tema infinito, podríamos escribir libros y libros, ensayos y ensayos.

A muchas personas les resulta tan complicado adaptarse a la diversidad, a lo variado, influyen muchos patrones de vida y de conducta, que desde nuestra niñez fuimos aprendiendo y adquiriendo, lo que nos enseñaron nuestros padres y lo que nos enseñaron en la escuela, si nos dijeron que los niños no deben de vestirse de rosa, nadie quería vestirse de rosa, (los niños azul y las niñas rosa). Si nos remarcaron que si te vistes con color rosa, el hombre se vuelve niña, upssss, ni de chiste lo hacían, o que las niñas de vaqueras se volvían hombres.

Nos cuesta mucho trabajo aceptar la presencia de personas con diferentes características físicas, sociales y personales, en grupos u organizaciones. Estas características son, entre otras:  raza, etnia, edad, sexo, orientación sexual, religión, capacidad física y mental, idioma, color de piel, ingresos, actividades, gastronomía y formación.

Ningún pueblo, civilización o comunidad es igual que otro, ni siquiera tenemos un par idéntico a nosotros, justamente ser distintos es lo que se denomina diversidad social, cada sociedad desarrolla sus propias expresiones, por lo tanto, su propia cultura. En Pachuca, Hidalgo, la gente inventó en su gastronomía los pastes; en Tulancingo, Hidalgo, los ‘guajolotes’; en Oaxaca las tlayudas; en el norte de México los ‘burritos’; en las Huastecas mexicanas comen zacahuil, en todo México, tacos al pastor; los musulmanes y judíos no comen carne de cerdo en ninguna presentación, en la India una vaca es sagrada; etc., etc.

La diversidad cultural resultante siempre va a ampliar alternativas, lo mismo la diversidad financiera, no a todos les va a gustar la orquesta sinfónica de Budapest, ni tampoco a todos les gusta Alfredo Olivas o Peso Pluma.

No todos están pensando en construir un hotel o una plaza comercial, de acuerdo con la capacidad financiera nacen las expectativas de diversidad financiera, vender tamales, tortas o jugos, o comprar una línea de tráileres o de autobuses ADO o Futura.

Alimentar nuestras diversidades, capacidades, valores humanos y cosmovisiones nos permite que la sabiduría nos prepare para el futuro.

Cuando nosotros entendemos qué es la diversidad, difícilmente nos vamos a reír de una persona morenit@ totalmente, o de un hombre gay, o de una pareja gay, o lesbianas, o de un triqui, o de los nativos de Chiapas por su manera de vestir, y dejaremos de ver a los ascendientes de los mayas como llaveritos, los dignificaremos por su riqueza étnica, o de los testigos de Jehová que andan en las casas compartiendo enseñanzas bíblicas, por el contrario,  en la época de calor les ofreceremos un vaso con agua, no necesariamente por convertirnos a su ideología.

Insisto que la diversidad genera riqueza cuando nuestra mente deja de ser pobre de pensamiento, hay quienes aseguran que la pobreza está en la mente y efectivamente así es.

Si tu mente cerrada te impide hacer negocios con judíos o musulmanes, generas pobreza, si te cierras a un mundo de discriminación étnica o de orientación sexual, generas pobreza, estarás pateando los billetes de a 500 pesos o dólares a la calle, porque tu mente pobre no acepta a esas personas; sin embargo, tu mente millonaria te dirá bienvenida la diversidad.

Muchas veces nuestra ignorancia nos hace creer que reírnos de una persona que usa un turbante en la cabeza, huaraches o baila huapango nos hizo grandes, mentira, nos hizo pequeños al enseñar nuestra ignorancia e intolerancia.

La diversidad es nuestro patrimonio común y la mayor oportunidad para la humanidad de generar riqueza, deberíamos tomar la diversidad como un motor de innovación y desarrollo, una invitación al diálogo, al descubrimiento y a la cooperación. No podemos decir: ‘esto no me gusta’, si no lo hemos probado.

Hoy en día muchas personas creen que cuando se habla de diversidad se habla de la comunidad gay o de hombres vestidos con ropa de mujer y zapatillas.

La diversidad en las personas con otra orientación sexual genera una riqueza inmensa, la comunidad gay es generadora de grandísimas riquezas (empresarios, artistas, políticos, gobernantes, escritores, periodistas, asesores financieros, estilistas, propietarios de plataformas de ventas mundiales, sacerdotes, pastores, rabinos, soldados y líderes mundiales).

La diversidad nos hace más sabios, nos enseña a respetar todos los aspectos que conforman al individuo, nos enseña a escuchar las diferentes voces para que no sean silenciadas.

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