Juana Inés de Asbaje y Ramírez aprendió a leer a los tres años, acompañando a su hermana mayor a sus clases -a escondidas de su madre-. Surgió en la niña una curiosidad tan grande por las letras que incluso le mintió a la maestra argumentando que su madre la enviaba a la escuela. Más tarde, a los trece años, fue llamada para servir como dama de la virreina doña Leonor Carreto, marquesa de Mancera, una dama culta y letrada que puso a disposición de la joven libros y tutores.
“No me han dejado de ayudar los muchos -ejemplares- que he leído, así en divinas como en humanas letras”, confesó en Respuesta a sor Filotea. Escribió poesía, ensayo, novela y teatro y su indiscutible influencia en las letras la convirtió en la inspiración para la conmemoración del Día Nacional del libro, que desde hace 36 años se celebra en nuestro país.
Esta costumbre se inició por un decreto presidencial emitido el 6 de noviembre de 1979, durante el gobierno de José López Portillo, en el que argumentó que “la educación dentro del proceso de desarrollo del país es prioritaria”. Por tal motivo, en dicha disposición se estableció que el 12 de noviembre de cada año -natalicio de sor Juana Inés de la Cruz-, las diversas instituciones educativas y culturales del país, dedicaran sus esfuerzos a la promoción de la lectura.
El 12 de noviembre de 1980 se editó Sor Juana Inés de la Cruz. Obras escogidas, como el primer libro que sería obsequiado en distintos puntos como librerías, bibliotecas, escuelas y centros de cultura del país, durante esta fecha. Se imprimieron 100 mil ejemplares. La Asociación Nacional del Libro es la encargada de publicar año con año una antología de los autores homenajeados cada año, entre los que figuran Octavio Paz, José Emilio Pacheco, Carlos Fuentes, Jorge Ibargüengoitia, Rafael Bernal y José Revueltas.
Conocida como “El fénix de América” o “La décima musa”, sor Juana fue una mujer con ideas adelantadas para su época, por lo que ganó la protección de muchos virreyes, pero también le costó el repudio de autoridades de la Iglesia. Hace más de 300 años, el 17 de abril de 1695, murió a causa de una epidemia de tifus, mientras cuidaba de otras monjas infectadas.
1.- Su nombre real era Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana. Nació en San Miguel Nepantla, Estado de México. Según su biógrafo, el sacerdote jesuita Diego Calleja, nació el 12 de noviembre de 1651, sin embargo, en 1952 fue encontrada un acta de bautismo que indica que su año de nacimiento fue 1648.
2.- En 1659 aprendió latín perfectamente en 20 clases impartidas por Martín de Olivas. A los 17 años fue sometida a un examen público frente a 40 sabios que le cuestionaron sobre diversos temas con el afán de saber si su sabiduría era “humana o divina”. Ella supo responder y su fama comenzó por la amplitud de sus conocimientos.
3.- Juana ingresó a la corte del virrey Antonio Sebastián de Toledo, marqués de Mancera. Su esposa Leonora de Carreto fue mecenas de la joven, así como protectora y fiel amiga.
4.- El padre Antonio Núñez de Miranda le propuso la vida religiosa, puesto que Juana no estaba interesada en el matrimonio, sino en el estudio. Primero ingresó al Convento de San José de las Carmelitas Descalzas, en donde enfermó por las condiciones austeras de la orden, así que desertó.
5.- En 1669 se unió al Convento de San Jerónimo bajo el nombre de sor Juana Inés de la Cruz. Fue contadora y archivista y comenzó a relacionarse con los virreyes y figuras novohispanas importantes como fray Payo Enríquez de Rivera, con los marqueses de la Laguna y condes de Paredes, Tomás Antonio de la Cerda (virrey) y María Luisa Manrique de Lara.
6.- Un método de aprendizaje de sor Juana -cuenta en su carta Respuesta a sor Filotea de la Cruz– era cortarse el cabello y darse como plazo para aprender algo nuevo que deseaba, hasta que su cabello volviera a crecer.
7.- Sor Juana estuvo interesada en la astronomía, matemáticas, filosofía, mitología, historia, música y pintura, lo cual era mal visto para una monja del siglo XVII. Respuesta a sor Filotea de la Cruz es una famosa carta fechada en 1691 en la que responde a las recriminaciones que le hizo el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, bajo el seudónimo de Sor Filotea de la Cruz, por no dedicarse a las “letras divinas, sino a las humanas”.
8.- En 1693 abandonó la escritura, se deshizo de su biblioteca personal, de sus instrumentos musicales y científicos y su dinero lo dedicó a los pobres. Este cambio drástico en su vida es explicado por algunos como un proceso de purificación y desprendimiento de lo material; otros, como Octavio Paz, lo atribuyen a la represión ejercida por Antonio Núñez de Miranda y el arzobispo Francisco de Aguiar y Seijas.
9.- La película argentina de 1990, Yo, la peor de todas, está basada en la vida de sor Juana e inspirada en el ensayo de Octavio Paz, Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de fe, la cual es considerada uno de los mejores estudios sobre la poetisa.
10.- Sor Juana aparecía en los billetes de mil pesos, pero con la inflación de 1993 se le redujeron tres ceros al peso, se convirtieron en monedas y el billete salió de circulación. Reapareció en los billetes de 200 pesos y ahora se niega a desaparecer apareciendo su efigie en los billetes de cien pesos.