Cuando el emperador Maximiliano de Habsburgo cayó prisionero de los republicanos en Querétaro, el 15 de mayo de 1867, nadie, ni siquiera el mismo Maximiliano, consideraron la posibilidad de que fuera ejecutado. ¿Cómo un miembro de la casa de los Habsburgo, una de las dinastías reinantes más importantes de Europa, podía ser fusilado por un puñado de soldados mexicanos? Al gobierno de Juárez no le tembló la mano y la república le dio una lección a Europa entera.
La noticia de la muerte del Habsburgo causó onda conmoción en Europa, y particularmente en Francia, donde los críticos del emperador Napoleón III lo acusaron de ser el responsable de la muerte d Maximiliano, así como del fallecimiento de cientos de franceses que habían sido enviados a México para sostener el efímero imperio mexicano. Por si fuera poco, la expedición francesa no sólo había costado vidas, también había llevado a Francia a una severa crisis económica y política, sólo por cumplir el capricho de Napoleón III quien quería emular a su tío Napoleón I.
Edouard Manet (1832-1883), pintor francés cuyo estilo influyó en las obras de los primeros impresionistas, consternado también por la noticia de la muerte de Maximiliano, hizo varias versiones sobre el fusilamiento del emperador y sus generales entre 1867 y 1868, pero no con el fin de reivindicarlo, sino para criticar al emperador de los franceses. La obra de Manet era una crítica abierta a Napoleón III, pues pintó al pelotón encargado de la ejecución con uniformes franceses y no mexicanos, con lo cual expresaba que la responsabilidad de la muerte del emperador era de Francia y particularmente de Napoleón III.
La ejecución de Maximiliano en su versión completa se encuentra en el Kunsthalle Mannheim, en Alemania, pero fue exhibida por vez primera en Nueva York en 1879. Otra de las versiones que realizó Manet, es una reconstrucción a partir de pedazos de óleo que muestra al pelotón, pero sólo se ve uno de los hombres que fueron ejecutados junto con Maximiliano, probablemente fue cortada por el propio Manet, según señalan los especialistas en la obra del pintor francés.
Después de su muerte, la obra fue cortada en pequeños fragmentos y se vendieron de forma separada. En la década de 1890, el artista Edgar Degas se encargó de comprarlos y logró unirlos. Esta versión se encuentra en la National Gallery de Londres.
Según los críticos de arte, con su obra sobre Maximiliano, Manet hizo un tributo a Francisco de Goya, pues intentó repetir la fórmula del pintor español en su obra El 03 de mayo en Madrid: transmitir el drama de la ejecución, lo cual no logró.
Y como si fuera un visionario el gran Manet entre uno de los soldados del pelotón de fusilamiento de la obra artística se encuentra justamente un personaje en primer plano con bigote y barba muy parecido al mismísimo Napoleón III en clara alusión a que fue él quien tuvo la mayoría de responsabilidad en la ejecución de Maximiliano, sin embargo otros críticos de arte y en particular de ésta obra argumentan que en realidad se trata del joven oaxaqueño Porfirio Díaz quién, si bien, no fusilo a Maximiliano sí tendrá una trascendente importancia su figura durante los años posteriores después de la caída del II
Imperio mexicano.
¿Tú lo crees?… Analicemos la pintura.