Una poderosa expresión universal vinculada a nuestras emociones de la que resurgen recuerdos y momentos de historias propias, que genera reflejos de nuestras vidas, resulta inexplicable e indescriptible, pero la música nos transporta y nos otorga la sensación única de vibrar; sin duda un elemento básico en la vida de cada individuo.
Las conexiones que otorga a nivel cerebral conceden beneficios para la salud tanto mental como física, reconforta y da sentido a nuestros días, cambia el ánimo y mejora la calidad del sueño, además, permite que nuestra concentración sea agudice, nos hace mover a su ritmo ya sea para bailar o relajarnos.
No recuerdo cuándo fue mi primer contacto con la música, lo que sí sé es que no puedo vivir sin ella, muchos como yo no tocamos un instrumento musical, pero nos empeñamos en disfrutar cada nota musical que resuena con nosotros, ya sea en el aspecto cultural para celebrar nuestras raíces o en un asunto mucho más personal en el que nuestras predilecciones destacan.
Hoy más que nunca los eventos musicales son una oportunidad para escuchar y reunir multitudes que se unen para corear y disfrutar momentos que vivirán en la memoria, pero también existen espacios mucho más íntimos donde quienes crean música abren su alma para compartirnos sus experiencias y sentimientos, sirva este texto como reconocimiento para ellos, porque logran canalizar su sentir y su arte resuena de manera única y profunda, gracias por ello.