Una herramienta poderosa que pocas veces usamos sin conciencia plena, y que representa más que un simple anhelo y que alcanza a transformar nuestra realidad es “la intención” la cual conlleva la fuerza interna que se alinea con las emociones, acciones y pensamientos, es decir, enfocamos toda nuestra energía y nuestra mente y es capaz de influir en mucho para mejorar nuestras vidas e impactar de manera positiva en nuestra salud, relaciones, personales o laborales.

Esto se debe a que “intencionar” constante y activamente día con día modifica nuestro estado de ánimo de entrada porque nos concebimos muy cerca de la meta que deseamos y de esa manera respondemos al mundo.

El término “intención dirigida” (como los expertos la han nombrado), me parece una manera estimulante que funciona como un filtro con el cual guiamos nuestras decisiones, y requiere de la introspección para identificar alcances y del mismo modo que tan alcanzables son nuestros objetivos, con una intención clara para que, en el momento de tomar acciones consistentes de manera decidida, no significa que esto sea sencillo, porque no solamente es el querer que algo nos ocurra, que una situación se genere de forma instantánea, se debe atravesar un proceso en el que “la resilencia” hace su aparición para poder superar los obstáculos y retos que se habrán de enfrentar y en ocasiones desmotivan.

Por lo contrario, también es un camino que nos otorga nuevas oportunidades y abre puertas cuando el panorama no es muy alentador y la introspección requerida, fácilmente nos permite explorar nuestra esencia y que todo lo que afuera ocurre, resuene con nuestra energía y propósito, esa “ley de atracción”, se da de manera natural y por consecuencia hay modificaciones y alteraciones que nuestro ser ha manifestado directa e indirectamente.

Se requiere práctica, disposición y disciplina; pero sobre todo fe y paciencia porque los grandes cambios en ocasiones se generan del caos para dar paso a lo esperado, pero como ya mencioné, hay que llevar a la acción, lo que esté en nuestras manos trabajarlo y responsabilizarnos de los logros. El poder está en tus manos, ¿estás listo para utilizarlo?

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