¡Qué tal! Para quienes no me conocen soy el un seudohumorista que escribe con acidez los temas de la política. Los políticos siempre están en busca de un hueso, muchos con tal de obtenerlo no se fijan en qué condiciones lo reciben pues son neófitos o confiados en vez de ver si están bien calcificados no miran si el recibido tiene ¡osteoporosis!

Aquí nos leeremos cada lunes…

Ah, Hidalgo, ¡tierra de política aguerrida y creatividad sin fin! Aquí, hasta el más chimuelo masca rieles y, claro, en cualquier desayuno te puedes topar con alguien que se despierta con una idea brillante: “¿Y si fundamos un partido político? ¿Y por qué no?” Y ya está, el sueño empieza. “¿Alguien más quiere café, o todos están bien con solo una nueva facción partidista?”

Pero, antes de lanzarnos a la locura partidaria, hagamos una breve revisión de la gran tradición de partidos en el estado. Comenzamos con Encuentro Social—el PES, que sonaba más a una aplicación de citas que a un partido político. Su logotipo era algo así como una red o un anzuelo… ¡tal vez para pescar simpatizantes! Y luego está Podemos, que, sí, pudieron… pero hasta ahí. Algo como “Pudimos registrarnos y ya”. Y, cómo olvidar al intrigante Más por Hidalgo, que suena más a una oferta del Buen Fin que a un partido político, aunque tal vez algún genio vio un calambur en “Imaz por Hidalgo”—¡ese nivel de sofisticación no lo tiene ni Obama!

Por supuesto, la política es terreno fértil para personajes inolvidables. Ahí tenemos a fundadores de talla como Víctor González, Dante Delgado y Alberto Anaya, que han disfrutado de las “mieles” del poder. Pero, hablando de personajes versátiles, ¿qué tal el PAN? Fundado por el buen Manuel Gómez Morín, este partido muy versátil: a veces “duro” y otras veces… bueno, muy “blandito”. Nunca sabes qué textura tendrá el PAN del día.

Y, por supuesto, no podemos olvidar al eterno PRI (antes PNR). Fundado por el casi invencible Plutarco Elías Calles, que terminó siendo exiliado por órdenes de Cárdenas. ¿Y ahora? Pues el buen Alito Moreno lo tiene en sus manos, como un taxidermista de la política, intentando mantener al viejo dinosaurio de pie.

El PRD merece una mención especial, con Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez al mando, costó la vida trágica de más de 600 militantes en sus días de lucha.

Hace unos meses Osorio Chong (MAOCH) lo declaró y, más recientemente, Xóchitl Gálvez ya anda con sus planes. ¡Aquí, hasta la señora de las quesadillas podría tener su propio partido!

Propongo un nombre de partido muy rimbombante que el grueso de la sociedad no podrá resistirse en afiliarse. ¿Qué tal si lo llamamos GELATINAS? ¡Chicle y pega! Sería algo así como Grupo Electoral Libre y Asertivo de Trabajadores e Indígenas Nacionales Activos Siempre. ¡Ahí está el nombre perfecto!

Y, para ganar adeptos a toda velocidad, sugiero una bienvenida espectacular: ¡regalen flanes! Uno de vainilla para quienes jamás han militado, una gelatina de uva para los desertores de Morena, de limón para los que se hartaron del Verde, de fresa para los expriistas, de menta para los que se desencantaron del PAN, y de piña para los rescatados del PRD. Así, cada uno se va a su nueva afiliación sin sentir mucho el golpe del cambio… ¡y con postre incluido!

Y en plena época electoral, para darle sabor al asunto, hacemos un sorteo de gelatinas para insacular candidatos. A los que les toque gelatina con “nuez” pues simplemente “no es”; y los agraciados serán los que tomen gelatina con “pasas”. “Pasas a ser candidato” ¡Vaya suerte la suya!

Muy bien, por la idea de formar un nuevo partido Xóchitl, lo que falta en este país son más partidos para que el grueso número de los electores tengan de donde escoger, que haya partidos de Chile, de mole, de Dulce. La variante que ofreces puede servir Para atraer al gran número que se abstiene de votar. López Obrador fundó su propio Partido, sin embargo, sólo le dio para traer 200 pesitos en su cartera, pero eso sí le ofreció una silla en el palacio nacional. Tal vez la silla siga ocupada, sin embargo, siempre habrá alternativas, el partido GELATINAS al menos podría ofertar un solo “banquito” pero no para sentarse sino para manejar efectivo y poder ayudar a la sociedad.

¡Si requieren más ideas no duden en contactarme!

(Este artículo puede contener datos sin un sustento real, únicamente se privilegia el sarcasmo y el humorismo)

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